Fue impulsado por las subas de combustibles y prepagas; los alimentos y bebidas subieron un 1,1%; ya se superó la base de la meta del Banco Central.

Como se estimaba, las principales subas del mes estuvieron motorizadas por el aumento en los combustibles y las prepagas. En tanto, la inflación core (que elimina precios regulados y estacionales del índice), fue de 1,8% el mes pasado. Este es el indicador que habitualmente mira de cerca el BCRA para determinar sus políticas de movimientos de tasas, que llevan ya varias semanas de inmovilidad, una muestra de la persistencia inflacionaria.

El Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), en el que el BCRA conjuga los pronósticos de 55 consultoras privadas, afirmó que esperaba para el mes pasado una inflación núcleo de 1,6 por ciento. Para agosto, las perspectivas son una décima más baja (1,5%). Sin embargo, son varios los analistas que están esperando cómo reaccionarán los precios a la escalada del dólar. Por caso, los supermercados informaron esta semana que sus proveedores ya enviaron listas actualizadas con subas en varios productos de 5% en promedio.

El fin de semana pasado, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, admitió que el Gobierno no alcanzaría su meta de inflación de entre el 12% y 17% para fin de año, y que esperaba una suba de precios cercana al 20%. "Honestamente, creo que no vamos a llegar. Vamos a estar en torno al 20%. Lo importante es la credibilidad del Banco Central. Tenemos dos equipos: uno que tiene que ver con la disciplina fiscal, a cargo de (Nicolás) Dujovne y el Ministerio de Hacienda, por el cual vamos a cumplir la meta de déficit fiscal, y el otro equipo es el del Banco Central, que se ocupa de la lucha contra la inflación", afirmó el funcionario en el programa Comunidad de negocios, que se transmite por LN+.

A comienzos de la semana, el IPC Congreso marcó una suba de precios de 2,1% en julio. En tanto, el martes la UMET difundió el dato de la "inflación de los trabajadores", que fue para el mes pasado de 2%. Ayer el IPC porteño realizado por la dirección estadística de la Ciudad de Buenos Aires, en tanto, señaló una suba de 1,8% para el mismo período.

"La inflación de julio estuvo por debajo de lo esperado dado los anuncios de aumentos puntuales, como combustibles, prepagas, expensas, cigarrillos y otros. Fue 1,7%, contra un piso de 2% mensual", señaló a LA NACION Melisa Sala, economista de Labour, Capital & Growth (LCG). "Lo negativo es que la inflación núcleo sigue anclada en 1,8% mensual, un equivalente a una tasa anualizada del 22,7%", agregó.

"El mes de agosto tendrá un arrastre de algunos de los aumentos de julio más cierto traslado a precios de la suba del dólar. Aún con un dato menor al esperado, la meta de BCRA sigue siendo muy difícil de cumplir: en los cinco meses que quedan debería registrarse una desaceleración de la inflación a 0,56% mensual promedio", cerró la especialista.

"La inflación de 1,7% mensual estuvo levemente por debajo a lo esperado por el mercado más cercano al 2%", coincidió Ramiro Castiñeira. "El interanual bajó a 21,4%", completó el economista jefe de la consultora privada Econométrica. "La inflación interanual bajó con fuerza desde el 39% del año pasado a 21,4% en julio ultimo. Tras bajar la inflación a la mitad en poco tiempo, ahora se estabilizará en estos valores por unos meses, al menos hasta que la núcleo no bajé nuevamente por debajo del 1,5% mensual", completó.

"El dato de Indec de inflación de julio se ubicó por debajo del 2%, llevando algo de alivio. A nosotros el IPC Ecolatina GBA nos dio 1,9%", dijo a este medio Lorenzo Sigaut Gravina, director de la consultora privada Ecolatina. Se temía una inflación de 2% pero el rubro estacionales subió muy poco, solo 0,5% en julio. De todas formas, se observa una aceleración de la inflación mensual, sobre todo en el IPC núcleo, que trepó 1,8%, el valor más elevado en los últimos tres meses", indicó Sigaut Gravina.

"La inflación nacional de julio finalmente fue de 1,7%, mayor a la de junio, pero con una elevada incidencia de los rubros regulados, que aportaron medio punto porcentual a la variación del mes", sostuvo a LA NACION Alejo Espora, economista jefe del Banco Ciudad. "La inflación subyacente (1,8%), por su parte, se mantuvo en torno al promedio de los primeros seis meses del año en el GBA (1,7%), capturando un limitado traslado de los movimientos cambiarios a precios. Esto se observó, fundamentalmente, en bienes transables como los alimentos, que se incrementaron sólo 1,1%". agregó el especialista.

"De la misma manera, en el caso de los ítems estacionales, se tendieron a compensar los aumentos típicos del receso de invierno en esparcimiento, con las bajas vinculadas a las liquidaciones en indumentaria", explicó Espora y cerró: "En suma, se trató de un buen dato, considerando las subas asociadas a los precios regulados y las mayores presiones cambiarias, situando la inflación del mes por debajo de lo esperado por el mercado. La variación implícita en las estimaciones del REM del BCRA era de 1,9%".