Cuatro de estos mamíferos atrapados en un cesto de basura fueron noticia ayer, cuando la Vicedirectora de la Institución ingresó a su oficina y se encontró con este “presente”. La Directora los había atrapado un día antes y se los dejó arriba del escritorio. ”Están alarmando a toda la comunidad sin necesidad, yo para evitar males peores es que recurrí a hacer lo que hice porque los chicos juegan con los bichitos” , dijo.
Ayer por la mañana la vicedirectora de la Escuela 443 del barrio Laguna Brava, Teresa Calvano, se encontró con un particular presente en el escritorio de su oficina. Se trataba de cuatro murciélagos atrapados en un cesto de basura, con un cartel escrito por la directora Sonia Montero, donde explicaba que probablemente la empresa fumigadora se hará cargo de los mamíferos y que tengan precaución porque uno quedó suelto.
La nota decía: “Tere: agarré cuatro murciélagos, te los dejo pues quizás vengan a buscarlos (la empresa). Uno quedó arriba”. Imagen que se viralizó junto al cesto de basura donde (hasta ayer) aún estaban encerrados vivos dentro de botellas de plástico.
Ante esto la Directora dialogó con época y comentó que la presencia de estos mamíferos es habitual en la zona. “Ayer encontré a los murciélagos agazapados en un rincón oscuro de la escuela, los atrapé con una botella, los puse adentro de una bolsa y los encerré en el basurero. Dejé esa nota para que no se asusten cuando vieran el contenido del mismo”, relató.
Durante los días 8 y 9 de octubre una empresa fumigadora tapo los agujeros en los que se meten los mamíferos. Se suspendieron las clases por esos días pero, desde la empresa advirtieron que posiblemente volverían a instalarse dado que, según la Directora de la Institución “en toda la comunidad de Laguna Brava hay murciélagos lo que pasa es que no los ven o no le prestan atención”.
El jueves a la tarde observó que unos chicos estaban revolucionados jugando con los murciélagos. Ante esta situación, corto unas botellas de plástico, los puso allí, los envolvió en una bolsa y, para que no se escapen apoyo encima un cesto de basura. “Para que mis colegas no se asusten o no abran la bolsa deje esa nota con la aclaración de que uno más había quedado suelto”, reconoció la docente sin darle mayor trascendencia al hecho.
”Están alarmando a toda la comunidad sin necesidad, yo para evitar males peores es que recurrí a hacer lo que hice porque los chicos juegan con los bichitos” , dijo.
“Yo les hice eso para que no se asusten mis colegas. Solo querían dormir, si tuvieran rabia hubieran estado atacando”, graficó a la hora de ser consultada por cuál seria su reacción si tuvieran rabia. Al momento que expresó que las clases continuarán normalmente “porque convivimos con los murciélagos y se nota que éstos no tienen rabia ya que estaban tranquilos, a excepción que la empresa nos diga lo contrario, las puertas del establecimiento no se cerrarán”, aseveró.
Fuente: Epoca