“Queremos participar de una deliberación más amplia dentro de Cambiemos respecto a los temas estructurales de la Argentina. El radicalismo está representado en el Gobierno, pero aspiramos a tener más representación y ampliar nuestra influencia más de lo que se está influyendo”, destacó.
El mendocino sostuvo que aceptó presidir la UCR durante los próximos dos años porque hay un “compromiso” de sus pares radicales de “trabajar en equipo”. La consagración de Cornejo fue sorpresiva porque Cano aparecía como favorito apuntalado por el Gobierno y por los gobernadores Morales, el propio Cornejo y el correntino Gustavo Valdés, sucesor de Colombi.
En la Casa Rosada descontaban un triunfo del ex titular del Plan Belgrano, pero algunos sectores del partido creían que Cano estaba demasiado cerca del Gobierno y buscaban un candidato de mayor autonomía.
En un primer momento, se habló de la posibilidad de impulsar a Mario Negri, titular del interbloque Cambiemos en la Cámara de Diputados y de la bancada radical, pero fue frenado por algunos compañeros que observaron demasiada concentración de poder en un solo dirigente.
También se barajaron los nombres de Ernesto Sanz y del senador Luis Naidenoff, pero ambos declinaron la oferta.
El domingo pasado, el radicalismo porteño celebró elecciones internas y el oficialismo encabezado por el presidente Emiliano Yacobitti y Enrique “Coti” Nosiglia se impuso sobre los radicales en Cambiemos, que lideran el diputado nacional Facundo Suárez Lastra y Jesús Rodríguez, y quedó fortalecido de cara a la disputa por designar a su sucesor a fin de mes.