Dichas operaciones ocurrieron principalmente en Misiones y se extendían a otras provincias, incluyendo la nuestra. En consecuencia, los jueces decidieron condenar a los distintos miembros de la banda. Las penas fueron de trece a cuatro años de prisión. Según se indicó, habrían lavado o blanqueado cerca de 158 millones de pesos que se originaron a partir de la venta de drogas.
Durante el debate se estableció que el cabecilla de la banda era Roberto Rodríguez, un santafecino residente en la ciudad misionera de Posadas, quien era dueño de una concesionaria en la que se vendían autos de alta gama, la cual fue parte de las maniobras de lavado. A este sujeto le dieron una pena de 13 años de prisión.
Según se estableció, Rodríguez involucró hasta a miembros de su familia y conocidos en las maniobras de blanqueo. Asimismo, entre los inmuebles vinculados en el delito, figura el complejo turístico Tangará, la empresa de turismo Emsetur y el corralón Cerro Corá, firmas por las que circularon los mencionados 158 millones.
El resto de los condenados fueron Elba Aquino, Grisela Romina Sosa y José Rafael Glibota (sentenciados a 10 años de cárcel), Rosa Ramos (quien deberá cumplir con ocho años de encierro), Daniela Rocío Villalba (condenada a seis años), María de los Ángeles Herrera (cuatro años).
Según se indicó en el marco de la causa, iniciada en enero de 2012, los sentenciados tenían vinculación con una banda que introducía grandes cantidades de droga desde Paraguay hacia distintos puntos de Argentina. De esta forma, se los involucró con droga hallada en Mendoza, Formosa y otras provincias.