El último partido amistoso del seleccionado argentino previo al Mundial Rusia 2018 aún no tiene sede definida. Sí el rival y la fecha: Israel, el 9 de junio.
Desde que se firmaron los contratos del partido con los empresarios israelíes, la sede mutó: se mencionaron Jerusalén, Haifa y Tel Aviv. En los últimos días, y producto de los 60 muertos y más de 2200 heridos que dejaron las marchas de palestinos en las frontera con el estado judío, se barajó la posibilidad de llevar el partido a Barcelona, ciudad que será el búnker del equipo argentino antes de viajar a territorio ruso.
Sin embargo, hay una certeza: el amistoso se jugará en Israel y formará parte de los festejos por el 70 aniversario de la creación del Estado de Israel. La ciudad que hospedará el encuentro, sin embargo, aún permanece indefinida. La prensa israelí especula con que será Haifa, y el partido se disputará en el moderno Sammy Ofer Stadium, la casa del Maccabi Haifa. La explicación que ensayan es la seguridad: llevar a Lionel Messi y compañía a una Jerusalén recalentada por el clima político sería extremadamente costoso. Y, por más que los servicios secretos israelíes están entre los mejores del mundo, también entrañaría sus riesgos.
Sin embargo, el Teddy Stadium de Jerusalén todavía no está del todo descartado. Allí juega el Beitar Jerusalén, que en los últimos días se rebautizó en redes sociales como "Beitar Trump": una especie de homenaje al presidente de Estados Unidos por su decisión de mudar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén.
El amistoso fue presentado en la tarde-noche del miércoles en un hotel céntrico de la Capital Federal. Allí estuvieron el presidente de la AFA, Claudio Tapia y el embajador del Estado de Israel, Ilan Sztulman. "Es un partido que simboliza muchísimo", dijo el máximo dirigente del fútbol argentino. Recordaba, tal vez, la cábala que resultó enfrentar a Israel en la previa del Mundial de 1986.
De todas maneras, no se habló una sola palabra de la logística del partido. Se sabe que tanto la utilería como la delegación viajarán desde Barcelona el día anterior. Y que una vez terminado el encuentro los argentinos se subirán a otro avión chárter que los dejará en Bronnitsy, la guarida de las ilusiones albicelestes en Rusia. Nada dijeron ni Tapia ni Sztulman de la ciudad que hospedará el trascendental encuentro.