Según explicaron cerca del ministro de Hacienda, estos desafíos son:

1) Trabajar en la reducción del déficit fiscal: Durante la conferencia de prensa del miércoles Mauricio Macri se refirió directamente al tema al señalar que "el problema de fondo es corregir un problema que se arrastra hace muchas décadas" y asegurar que la Argentina debe "profundizar" la reducción del gasto público porque "no se puede gastar toda la vida más de lo que se tiene".

Tal como publicó Infobae, el presidente negocia con el FMI un recorte del déficit fiscal que no ajusta el gasto social. Está claro que una de las claves para avanzar con un acuerdo con el Fondo Monetario será la reducción del déficit fiscal.

2) Sostener los números del crecimiento: fue el propio Dujovne quien la semana pasada reconoció públicamente que a raíz de la volatilidad de los mercados financieros, y sus consecuencias sobre la Argentina, "tendremos algo menos de crecimiento económico y más inflación que lo esperado". El ministro de Hacienda, y ahora coordinador de toda el área económica, tendrá la responsabilidad de evitar que los números del crecimiento se desplomen.

No es una tarea fácil, ya que aún antes de las turbulencias económicas, Macri había analizado junto a su gabinete que el impacto de la sequía se reflejaría en la caída del 1 por ciento del Producto Bruto. En ese momento, todavía se hablaba de un crecimiento del 3% de la economía. Hoy las expectativas son más modestas.

3) Encontrar una solución a la suba de la inflación: Acá está una de las claves por las que Macri tomó la decisión de incrementar la influencia de Dujovne como coordinador de todo el equipo económico del Gobierno. En la mencionada conferencia de prensa del miércoles, el presidente reconoció que había habido problemas de coordinación entre el gabinete económico y el Banco Central. Dujovne será ahora el responsable de aceitar la comunicación con Federico Sturzenegger para trabajar en uno de los puntos más preocupa al Gobierno.

"Vamos a delegar como corresponde la responsabilidad de bajar la inflación en el BCRA, que irá comunicando qué medidas irá tomando y pronósticos. Queda claro que es fundamental bajar la inflación", dijo aquella vez Macri en una clara señal a los mercados. Y, también, a sus votantes.

4) Controlar la ejecución presupuestaria: A partir de ahora, Dujovne tendrá la ingrata tarea de controlar los gastos de los nueve ministerios que, además de Hacienda, estarán bajo su órbita: Finanzas, Transporte, Trabajo, Interior, Producción, Agroindustria, Energía, Turismo y Modernización. Eso significa que pasará a sus manos el lápiz rojo que hasta ahora tenían en su poder los vicejefes de gabinete Mario Quintana y Gustavo Lopetegui.

"Desde ahora, habrá una cabeza que tome las decisiones en el área económica y que coordine todo el funcionamiento", sintetizaron a Infobae cerca de Dujovne. Y pusieron un ejemplo para mostrar las dificultades que existen actualmente para lidiar entre los intereses de los ministros Juan José Aranguren, Francisco Cabrera y Jorge Triaca en torno a, por ejemplo, los distintos problemas que pudieran surgir en el yacimiento petrolífero de Vaca Muerta.

En Hacienda reconocen también que la buena relación que exhibió Dujovne con la titular del FMI, Christine Lagarde, resultó clave para su encumbramiento. De hecho, y más allá de su nueva responsabilidad, el súper ministro seguirá al frente de la negociación con el organismo internacional.
Macri y sus ministros durante la reunión de Gabinete en Olivos.

Dujovne debutará en su nuevo rol el martes, cuando reciba en su despacho a los nueve ministros que empezará a coordinar: Luis Caputo (Finanzas), Rogelio Frigerio (Interior), Jorge Triaca (Trabajo), Juan José Aranguren (Energía), Guillermo Dietrich (Transporte), Luis Etchevehere (Agroindustria), Francisco Cabrera (Producción), Andrés Ibarra (Modernización) y Gustavo Santos (Turismo). No se sabe aún si Quintana y Lopetegui participarán del encuentro.

Desde el Gobierno se encargaron de resaltar que quien le comunicó la decisión de Macri a Dujovne fue Marcos Peña. Una forma de dejar claro que el jefe de Gabinete sigue concentrando el poder.