A ocho días de la caída del terraplén en ese lugar, desde Vialidad Provincial señalaron a NORTE de Corrientes que aún aguardan que se escurra el agua para poder instalar un puente Bailey y así habilitar el tránsito. Mientras tanto, lanchas de la Prefectura y el Priar se encargan del cruce de las personas para que puedan asistir diariamente a sus lugares de trabajo y a las escuelas rurales, donde asisten los niños y adolescentes de la zona.

El Ejército argentino también se sumó al Comité de Crisis municipal para la asistencia. En la jornada de ayer, pese al fin de semana, la intendenta de San Isidro, Vilma Ojeda, acercó módulos alimentarios y frazadas a las familias de la zona Norte del paraje Stella Maris. La asistencia oficial continúa.

La semana pasada llegaron camiones con recursos para los damnificados por la tempestad, tal como lo habían prometido desde Desarrollo Social, en la visita de la comitiva oficial encabezada por el gobernador Gustavo Valdés el último miércoles. En esa oportunidad, el mandatario provincial recorrió en lancha la zona afectada y llegó hasta el paraje Stella Maris, y allí dispuso la instalación de un puente Bailey para restablecer en forma inmediata la conexión vial, así como la construcción de alcantarillas elevadas y entubados en el sector con el fin de solucionar este constante problema del paraje de casi 500 familias.

Las obras estarán a cargo de Vialidad Provincial y demandarán un presupuesto estimado en alrededor de 28 millones de pesos, que incluirá la profundización de canales. Mientras que el último viernes se realizó un operativo sanitario en el paraje Stella Maris, donde además se entregaron módulos alimentarios y se realizó un relevamiento de pensiones a una gran cantidad de familias de la zona Sur de ese paraje.