Abrigado desde los tobillos al cuello con la ropa de su país, Lionel Messi tocó la pelota por primera vez en la tarde del martes pensando en Rusia. A pesar de presenciar el entrenamiento matutino, Leo no había participado ya que estaba recién llegado desde Barcelona. Pero, ya descansado, activó su chip mundialista en el segundo turno en Ezeiza.

Calzas térmicas negras que cubren sus tatuajes en las piernas. Buzo argentino. Y cuello polar casi hasta las orejas. Así se lo vio a Messi aparecer en la cancha principal del predio de la AFA, conversando y repartiendo chistes con Javier Mascherano y Lucas Biglia, dos de sus hombres más cercanos en el grupo.

Antes del ejercicio táctico al mando de Jorge Sampaoli, el preparador físico Jorge Desio planeó una entrada en calor movidita. El torneo de fútbol-tenis fue lo que les despertó sonrisas y cargadas a los 14 jugadores que se entrenaron en campo (Sergio Romero, lesionado, no se entrenó; y Gabriel Mercado lo hizo diferenciado por su dolencia en el ciático). La figura, claro, fue el mejor del mundo.

Mascherano y Cristian Ansaldi fueron sus compañeros de equipo. Los primeros rivales fueron Nicolás Otamendi, Marcos Rojo y Lucas Biglia, quien pese a seguir recuperándose de su problema lumbar se movió igual que los demás sin síntomas de dolor.

Después, hubo enfrentamiento a cara de perro entre Leo y su amigo Sergio Agüero, que del otro lado de la red estaba secundado por Wilfredo Caballero y Lionel Scaloni, el integrante del cuerpo técnico que por una cuestión generacional más llegada tiene al plantel. Y ahí sí, entre punto y punto, Leo se mandó una de las suyas y deleitó a sus compañeros con una chilena de zurda. Esa fue la perlita de la tarde, que alegró un poco a un grupo golpeado tras la lesión de Romero que lo dejará sin Mundial.

Messi había arribado este martes alrededor de las 7.30 al aeropuerto internacional Ministro Pistarini proveniente de España (en el vuelo 6841 de Iberia) y fue directo al predio a moverse un poco en el gimnasio vestido con una remera con la lengua de los Rolling Stones. Y descansó otro rato antes de activar con todo unas horas más tarde en su primer entrenamiento con la Copa del mundo entre ceja y ceja.

Al ser por ahora una concentración optativa, La Pulga se quedará en la noche del martes en la habitación número 8 del predio, pero no se descarta que antes de partir rumbo a Europa pueda realizar un viaje relámpago a su Rosario natal. Por lo pronto, Argentina infla el pecho: el as de espadas ya está en casa.