El director del Instituto de la Yerba Mate (INYM), Esteban Fridlmeier, analizó la realidad del sector y la actividad en estos primeros cinco meses del año: “la zafra hasta ahora viene bien con buen tiempo, a diferencia del año pasado que sufrimos el diluvio caído de hojas en los yerbales y días perdidos para los trabajadores, como también dos meses de sequía lo cual significó que el mes de julio tuviéramos heladas muy bravas que deterioró a muchas plantas”.
“Hay yerbales que se pudieron cosechar a media, otros no, con el agravante que al no tener hojas de protección natural que tienen contra el frío esa helada produjo daño e hizo que el año pasado fuera una zafra más pobre que la súper zafra del 2016”, explicó Fridlmeier.
En este sentido, manifestó que este año “es bueno, porque hay poca lluvia, menos de lo normal, lo cual para la cosecha es bárbaro porque se está adelantando y al no tener jornales caídos ni días perdidos de cosecha el tarefero está ganando, el prestador de servicio está cosechando, la zafra se está adelantando” y estimó que para el mes de agosto “quedarán pocos yerbales por cosechar.
Fridlmeier dijo que “el trabajador para la yerba está cada vez más escaso, teniendo en cuenta que es un trabajo sacrificado, estar en el frío, las heladas, las lluvias”. “El que está hecho en eso hace bien su trabajo y también la gente trata de mantener su estabilidad; en Corrientes tenemos muchos menos tareferos de los que realmente hace falta entonces vienen a veces desde Misiones que ayudan en nuestra cosecha.”