Joaquín Martínez fue hallado alrededor de las 20 del jueves último en la plaza Unidad Latinoamericana, situada en Medrano y Costa Rica. Media hora antes, había salido de su domicilio, a unas seis cuadra de ahí, para cursar un profesorado.
La autopsia indicó que sufrió una congestión y tenía un edema pulmonar y un edema cerebral difuso, lo que indica que recibió golpes, aunque no se puede establecer las circunstancias, mientras se especulaba, entre otras posibilidades, que pudo haber sufrido una caída.
Según trascendió en forma extraoficial, al joven le faltaba su celular y la tablet, por lo que se sospechaba que pudo haber sufrido un asalto antes o después de su muerte.
El fallecimiento se produjo dos días después de que su hermana, de 14 años, estuviera desaparecida algunas horas.
Los padres del joven se mostraban consternados sobre lo ocurrido y aseguraron que por el momento no tenían mucha información de parte de las autoridades judiciales.
"Joaquín no consumía drogas, no le gustaba ir a boliches, era muy puntual cuando iba al profesorado, no salía ni un minuto antes, ni uno después", aseguró Sonia, la madre del joven.
En tanto, el padre del muchacho, Nicolás Martínez, sostuvo que por lo general estaba en su casa: "Tenía un amigo con el que salía a correr tres veces por semana", explicó.
El caso es investigado por la comisaría comunal 14 y el fiscal Ariel Yapur.
Las averiguaciones se concentraban tanto en las cámaras de seguridad como en el hallazgo de testigos, ya que todo se habría producido en un horario en el que una importante cantidad de personas pasa por el lugar.