avance, los nuevos dispositivos tecnológicos y la consecuente extensión de las conexiones a Internet tiene consecuencias inimaginables a simple vista. Las oportunidades laborales, culturales y educativas de una persona crecen considerablemente de acuerdo a la velocidad de su conexión.
Sin embargo, aunque cada vez más personas se suman al mundo virtual, existen muchos que están fuera del sistema y, por lo tanto, excluidos de toda posibilidad de progreso. Esta situación es la que se conoce como “brecha digital” entre quienes tienen acceso a la red y quienes no la tienen.
Bruno tiene 12 años estudia en una escuela privada enfrente de la plaza Manuel Belgrano cerca de la Costanera Sur. Desde su teléfono inteligente (smartphone) envía mensajes por whatsapp a sus compañeros aprovechando la buena conexión inalámbrica con la que cuenta el establecimiento.
Al llegar a su casa, cerca del centro, lo espera una tablet y una notebook conectadas a banda ancha. “Vamos a juntarnos con unos amigos a terminar un trabajo práctico. Siempre elegimos la casa del que tiene mejor conexión para terminar más rápido”, dijo el joven.
Por otra parte, Carlos de 15 años todos los días debe viajar en colectivo más de 30 kilómetros para llegar a su escuela en un paraje rural de Ituzaingó, a pocos metros de la Ruta Provincial 120. Allí no cuenta con señales de radio, televisión o Internet. El único contacto con el exterior lo realiza a través de un celular prepago con llegada a una red 3G. “A través de la pequeña pantalla del teléfono me entero de los acontecimientos más importantes del país o de mi familia. Siempre y cuando no gaste todo el crédito”, aclaró.
Estos ejemplos son los que mejor ilustran el concepto de brecha digital en la sociedad contemporánea. También abarca la diferencia entre los ciudadanos que tienen un dispositivo inteligente y quienes carecen de ellos; o quienes aún portando uno no sabe cómo utilizarlos. Pero a nivel local, la brecha más profunda se da el acceso y se presenta, principalmente, entre las poblaciones urbanas y rurales.
Corrientes cuenta con un total de 1.281 unidades se servicio educativo rurales que se dividen entre nivel inicial (517), nivel primario (640), nivel secundario de ciclo básico (5) y con orientación (119). De estas 1.264 son de gestión estatal y 17 privadas, según datos del Ministerio de Educación de la Nación a los que accedió época.
Cabe señalar que en estos establecimientos pueden funcionar distintos niveles educativos durante la jornada, por ello el número de edificios es de aproximadamente 900, según datos del Ministerio de Producción de Corrientes.
Conscientes de esta problemática, el Gobierno Provincial ejecuta una serie de trabajos con el objetivo de llevar Internet a todos los rincones de Corrientes. “Tenemos 216 escuelas conectadas hasta el momento y la meta es llegar a todas”, declaró a época Manuel García Olano, secretario de Agricultura y Ganadería.
Fuente: Epoca