El intendente de la ciudad de Corrientes Eduardo Tassano visitó sorpresivamente, esta mañana en su puesto laboral a la agente de tránsito Natalia Cubilla, quien el sábado pasado pudo salvar la vida de un bebé de dos años tras aplicarle técnicas de RCP. La mujer estaba junto a su compañero de guardia, Félix Pérez al momento del accidente doméstico.
El intendente estuvo acompañado por el subsecretario de Tránsito y Seguridad Vial, Juan Acinas. Ambos visitaron a los agentes mencionados y al cuerpo de tránsito que tiene base operativa en la Escuela de Arte Municipal, ubicada por avenida Sarmiento 2145. “Vinimos a saludar y reconocer en su trabajo, que los enaltece a estos dos agentes, además de visitar al cuerpo de inspectores”, señaló el titular del Ejecutivo Municipal.
“Tenemos agentes de tránsito con una gran vocación de servicio por los vecinos; ellos nos piden capacitación y preparación y es lo que lo estamos haciendo desde la Municipalidad; es parte de uno de nuestros ejes de gobierno: la modernización, que tiene que ver no sólo con dotarlos de tecnología sino también formar los recursos humanos, que cuenten con habilidades para trabajar en la calle que es donde están permanentemente y muchas veces son los primeros en llegan a los sucesos que se producen”, resaltó Tassano.
“Es un orgullo que el intendente reconozca nuestro trabajo y cómo actuamos con el bebé”, dijo la inspectora Natalia Cubilla, emocionada por la presencia del primer mandatario municipal en su puesto laboral. “Es importante que la comunidad sepa que estamos a su servicio, no solamente somos ejecutores de algo, sino también somos voluntarios a los vecinos”, acotó Félix Pérez.
EL HECHO
Natalia Cubilla recordó que el sábado 10, cuando terminaba sus funciones como inspectora junto a su compañero Félix Pérez y se dirigían en un vehículo de la Dirección de Tránsito municipal observaron que por la calle Suiza al 3400, entre Castelli y Francia, una mujer salió de su vivienda en estado de desesperación pidiendo auxilio. Al frenar el móvil, “salió un hombre con un bebé en brazos diciendo que su hijo no reaccionaba y no sabía si se atoró con algo”, relató.
Con Pérez al volante, los padres y el bebé fueron trasladados de urgencia al hospital pediátrico Juan Pablo II, mientras la agente Cubilla empezó a realizarle los primeros auxilios al pequeño “que ya estaba todo morado”, rememoró. “Le metí el dedo en la garganta y le saqué un trozo de carne con pan y luego el niño comenzó a llorar”, relató la inspectora sobre la inmediata reacción del pequeño llamado Enzo, tras ser reanimado.
Al llegar a la guardia del nosocomio, ambos agentes de tránsito dejaron a los padres y el niño para los posteriores controles médicos. Un día después, Natalia visitó a la familia y recordó que la mamá les dijo: “En el momento indicado pasaron dos ángeles por la calle”, mientras que el papá me expresó que “si no era por mí hoy mi bebé no estaría conmigo”.
La inspectora vial resaltó la importancia de tener conocimiento en primeros auxilios, de capacitarse para poder actuar en situaciones como éstas.
Pero para Natalia Cubilla, esta agente que desde el 2002 presta funciones en el municipio capitalino, con 6 años dentro del área de tránsito, “no se trata de un acto de heroísmo, sino más bien es humanitario; reaccioné como una mamá más que como funcionario”, sintetizó.