La antigua “Casa Nalda” tiene sobre sus muros más de 150 años de historia comercial. Fue construida en pleno período confederal, en 1860 y allí funcionó la residencia del propietario del Ingenio Primer Correntino, Adriano Nalda. Fue también residencia y tienda. Durante la toma de la ciudad por parte de las fuerzas paraguayas en 1865, se dice que fue utilizado como hospital de sangre.
Por sus ambientes pasaron, posiblemente, los generales paraguayos que respondían al mariscal Solano López. Por esa misma razón es que el actual bar cultural lleva el nombre de El Mariscal, en recordatorio de quienes allí estuvieron. Y al hacer referencia a la historia no se puede dejar de mencionar el paso de José Hernández, autor del “Martín Fierro”, durante los meses que residió en Corrientes. Cuentan que el escritor y periodista solía sentarse a beber algo en ese lugar. Sin duda, las paredes de ese edificio que hoy albergan al café están plagadas de historias, anécdotas y visitantes. Y tal vez por esa razón fue que Gabriel Romero -actual presidente del Instituto de Cultura de la provincia- fue el impulsor del proyecto de abrir un café cultural en esa esquina correntina.
Luego de permanecer cerrada por largos años, en 1993 volvió a abrir sus puertas, esta vez con el nombre de “El Mariscal”, un café bar que se instituyó con el tiempo como un punto de encuentro para el arte, la cultura y el periodismo en la ciudad.
Durante estos 25 años de vida se marcó un capítulo propio en la historia de los correntinos. Han sido parroquianos habituales y visitantes Javier Malosetti, Gillespi, el expresidente Raúl Alfonsín, muestras de cuadros y fotografías de artistas de distintas partes del país, escritores como José Gabriel Ceballos, Tony Salazar, José Antonio Moreyra, el guitarrista Cacho Nuñez, conferencias de prensa de Derechos Humanos, de familiares que reclaman justicia para sus seres queridos, María Kodama, Norberto Lischinsky y Marily Morales Segovia, Reinaldo Sietecase, Carlos Escude, entre otras personalidades que están o estuvieron para siempre con su huella en la sociedad correntina.
Pero además, se instituyó entre sus paredes, la mesa de “los Dinosaurios”: escritores, poetas, periodistas que se reunieron durante cientos de mañanas hablar de literatura o política. Girala Yampey, Darwy Berti, Ernesto Veragua, Marcelo Fernández, Fernando Abelenda, Carlos Buratti, muchos de los cuales ya se han ido.
En sus paredes, la biblioteca popular Juan José Folguerá, invita a leer y a quedarse.
Así con su quehacer cotidiano, solo nutre a quien se le acerca. Con 25 años de cobijo a la cultura, el Mariscal promete brindar mañana por otro cuarto de siglo de tarea silenciosa pero trascendente en la entera dicotomía del quiénes somos y a dónde vamos.
Fuente: Epoca