El base de los Golden State Warriors, Stephen Curry, tuvo un desliz la noche de ayer durante la victoria su equipo 130-111 sobre Los Angeles Lakers: intentó realizar una clavada sin marca, pero su calzado le jugó una mala pasada y se resbaló en el intento.

La falla no tuvo incidencia alguna en el resultado final, juego que se destacó por ser un auténtico tiroteo de más de 240 puntos combinados entre las dos franquicias californianas, sin embargo, el momento irónico de la noche se lo llevó Curry, considerado uno de los mejores basquetbolistas de la actualidad, por haber fallado una de las canastas más fáciles en su carrera, cuando en otras ocasiones ha convertido tiros de mucha complejidad.

El video que se viralizó en redes sociales muestra la acción en la que el propio Curry roba el balón, realiza el rompimiento sin marca y justo en el momento en el que prepara la volcada, se resbala, y la pelota rueda hacia la banda lateral izquierda. Luego, su compañero Kevin Durant recupera el balón, se lo entrega a Stephen y este intenta un triple que termina fallando.

Las reacciones en Twitter no tardaron en llegar. Muchas de las opiniones de los aficionados fueron en la dirección de que la acción fue una de las peores jugadas en la historia de Stephen, mientras que otros afirmaron que el momento debe ser considerado como uno de los bloopers del año.

Otros fanáticos expresaron que el resbalón pareció una actuación de Disney sobre hielo, por lo que al momento lo denominaron Curry sobre hielo.

Al oriundo de Akron, Ohio, pareció no haberle importado mucho el penoso momento, porque además de que su equipo se llevó una cómoda victoria, el base fue el tercer máximo anotador de los Warriors con 11 puntos, cinco rebota y 12 asistencias.

Por el contrario, el jugador de Golden State que sí brilló en el triunfo sobre los Lakers fue el escolta Klay Thompson, quien logró la marca de 10 triples anotados de forma consecutiva en sus primeros 10 intentos.

Thompson fue el líder anotador de su equipo con 44 puntos en 27 minutos, lo que representó la tercera ocasión en que consigue al menos 40 puntos en menos de 30 minutos jugados. Además, ningún otro jugador ha logrado tal hazaña en más de una ocasión, salvo Klay, desde la temporada de 1954-1955.