Luego de 14 años de espera, el Congreso de la Nación finalmente decidió que la abogada Marisa Graham, especialista en derecho de familia, ex titular del Consejo del Menor y la Familia, ex Directora de Niñez y Adolescencia del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, sea la nueva Defensora de Niños, Niñas y Adolescentes.
Graham tuvo varios cargos públicos durante los gobiernos de la Alianza y de los Kirchner. Los adjuntos también son abogados, especialistas en niñez: Juan Hernández y Fabián Repetto.
La ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes que creó el cargo fue sancionada en 2005.
"Agradezco muchísimo a la comisión bicameral. Estoy orgullosa de haber sido ponderada por diez mujeres. Me siento aun más calificada por haber sido calificada por diez compañeras mujeres. También porque hayan ponderado a un equipo para que podamos transitar la aprobación del recinto", sostuvo con emoción Graham.
Durante doce años no pasó nada. Recién a comienzos de 2017, Infancia en Deuda, un colectivo de organizaciones no gubernamentales, logró activar la elección judicializando el tema. Entonces se formó una comisión bicameral que resultó ser sólo de mujeres: cinco diputadas y cinco senadoras. Se presentaron 63 candidatos que dieron exámenes.
En octubre pasado habían quedado quince “finalistas”: diez mujeres y cinco varones -mayoría abogados- que habían aprobado un examen escrito. Luego, en una audiencia, presentaron su plan de trabajo. A fin de año debía elegirse entre los candidatos pero como no hubo acuerdo, la decisión se pospuso hasta este jueves.
La figura del Defensor del Niño fue pensada para representar las voces de la niñez y la adolescencia del país. También deberá monitorear las políticas públicas para la protección de la infancia y lograr que se cumplan los derechos que el Estado debe garantizar, como el acceso a la educación y la salud, y una vida digna.
En este momento, la mitad de los niños argentinos son pobres: el 48,1 por ciento según el Barómetro de Deuda Social de la Infancia de la Universidad Católica Argentina (UCA).
En Argentina viven casi quince millones de niños, niñas y adolescentes. La desigualdad de sus realidades es muy grande. A mayor pobreza, mayor cantidad de derechos vulnerados. Hay niños y niñas en situación de calle. Otros que viven en villas y asentamientos que carecen de cloacas y agua potable. Hay niños y niñas que no acceden a la educación ni a la salud. Hay niños y niñas sin documentos, invisibles para el Estado. Hay niños y niñas golpeados, maltratados, abusados. Hay niñas y niños que trabajan. Hay niñas obligadas a continuar embarazos no deseados. Ahora tendrán quienes defiendan sus derechos.