El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, instó este lunes a los cancilleres de su país y de la Argentina a que lleguen a un acuerdo para poder elegir una fecha que le permita concretar su primer encuentro con Alberto Fernández desde que ambos son mandatarios. El pedido del brasileño llega luego de que se frustrara la posibilidad de una reunión para el 1 de marzo debido a que coincide con el comienzo del año legislativo en Argentina. "Dependerá de los cancilleres", sostuvo este lunes Bolsonaro al ser consultado por la prensa de su país sobre la reunión con su par argentino, con quien no tiene sintonía ideológica. Desde la asunción de Fernández en diciembre último, la relación entre ambos registró varios contrapuntos debido a la cercanía del argentino con el expresidente brasileño Luis Ignacio ?Lula? da Silva. La postura de Bolsonaro en un primer momento fue negarse a concretar un encuentro con Fernández. Sin embargo, en las últimas semanas la relación entre ambos países comenzó a distenderse y las cancillerías habían acordado verse el domingo 1 de marzo en Montevideo, aprovechando la ceremonia de asunción presidencial de Luis Lacalle Pou. Esta chance finalmente quedó sepultada debido a que el mandatario argentino ese día debe dar su primer discurso de inicio de sesiones ordinarias del Congreso por lo que finalmente no acudiría a la ceremonia en Uruguay. "En ese día hay un evento en Argentina, el inicio del año legislativo, y (Fernández) difícilmente podría acudir. Yo les dije que podía quedarme más tiempo en Uruguay en caso de que él fuera a Montevideo. Parece que ahora no habrá tiempo para cumplir esa agenda", explicó Bolsonaro a los periodistas. Y, sobre el temario que abordaría con Fernández cuando finalmente se vean las caras, agregó: "Lo que nosotros queremos con Argentina es el Mercosur, una buena relación, pero teniendo a la democracia y a la libertad por encima de todo". Días atrás el canciller argentino, Felipe Solá, visitó a Bolsonaro en el Palacio del Planalto, sede del gobierno brasileño, encuentro permitió un acercamiento y relajar la relación bilateral, signada hasta el momento por las diferencias ideológicas entre los dos presidentes