La comunidad católica participó ayer del tradicional Miércoles de Ceniza en el inicio de la Cuaresma, con una misa en la Iglesia Catedral, presidida por el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik.
Se trata del tiempo de preparación para la Pasión de Cristo mediante la reflexión, en el que la Iglesia pide a sus feligreses que oren y realicen ciertos sacrificios como el ayuno y la abstinencia.
Durante su homilía, Stanovnik recordó que ?nos cubrimos de ceniza (...) para tomar conciencia de que lo único que verdaderamente importa (...) es que caminamos hacia el encuentro de Jesucristo resucitado?. ?Entonces, al colocarnos en la fila para recibir la ceniza en la frente, vamos como hombres y mujeres que desean renovar su fe y su confianza en la bondad y el perdón de Dios?, añadió; y remarcó que ?el pecado no debe alejarnos aún más de Dios?, puesto que él ?nos atraerá de nuevo (...) con la única condición de desearlo y reconocer humildemente nuestras faltas?.
En ese sentido, el arzobispo pidió seguir ?las recomendaciones que nos hace Jesús en el evangelio de hoy (...): limosna, oración y ayuno?. ?El llamado de volver a Dios y dejarnos reconciliar con él nos da esa fuerza interior que necesitamos para perseverar en el bien, a pesar de las contrariedades de la vida?, continuó.
Finalmente, pidió por que ?la ceniza que recibiremos en nuestra frente nos ayude a tomar conciencia, ante todo, de que Dios nos ama apasionadamente?.
Tras la celebración litúrgica, se bendijeron e impusieron las cenizas de los ramos bendecidos el año anterior. Este último acto recuerda ?que la vida en la tierra es pasajera y que la vida definitiva se encuentra en el cielo?.
Fuente: El Litoral