Las canchas de fútbol están cerradas. Las res­tricciones por la pandemia de coronavirus impiden el desarrollo de reuniones masivas, como también de deportes denominados ?de contacto?, uno de ellos, el fútbol; y los jugadores de los equipos profesionales aguardan definiciones para iniciar las actividades físi­cas. Algunos están impa­cientes, como los que inte­gran los planteles de Ferro, Cambá Cuá y San Marcos, clubes afiliados a la Liga Correntina de Fútbol. Los deportistas aprove­charon el fin de semana lar­go para armar un ?picado? y ponerse en actividad. Lo hicieron en un predio ale­jado de la ciudad, en una cancha de fútbol ubicada en la Ruta provincial 5, cerca de la estación experimental del Inta. Tuvieron la pre­caución de ir hasta ese lugar ubicado a 10 kilómetros del centro de la capital, un lugar oculto por malezas y tapado por telas de media sombra. Hasta allí llegaron los equipos del departamento Distritos Policiales y Uni­dades Operativas. El jefe de la unidad, comisario mayor Miguel Tomás Ramírez, se anotició de que vía redes sociales se había organi­zado un torneo de fútbol, pese a las prohibiciones existentes por la crisis sani­taria. Cerca de las 17.30 del sábado arribaron al cam­po de juego los móviles del departamento de Patrulla y de los Grupos de Respuesta Rápida Motorizada I, II, IV y Grim V. Cuando los efectivos in­tervinieron en el lugar, al­gunos lograron evadirse, pero unos 25 hombres que­daron demorados y fueron trasladados a la comisaría 10ª, acusados de haber des­obedecido las disposiciones gubernamentales y sanita­rias vigentes. La sorpresa fue que algu­nos de estos contraventores son jugadores profesionales y forman parte de planteles de equipos de la capital co­rrentina. Los demorados debieron pagar una multa de unos $6.500 cada uno para poder recuperar la libertad, lo que implica que en total tuvie­ron que depositar $162.500 por haber violentado la cuarentena. Respecto de los jugadores profesionales, la Liga Co­rrentina aún no asumió una postura respecto al caso