Ignacio Chavez es goyano y está radicado en Buenos Aires hace tres años. Se recibió de instrumentador quirúrgico y, actualmente, estudia la Tecnicatura en Anestesia en la Universidad de Buenos Aires. El joven comentó que decidió sumarse al estudio motivado por la curiosidad, pero que también sintió miedo, sin embargo, la necesidad de aportar algo en la lucha contra esta pandemia pudo más. "Si hay algo que puedo hacer para mejorar esta situación lo tengo que hacer, no me puedo quedar de brazos cruzados", dijo. Se trata de la vacuna preventiva del Sars-Cov-2 -el virus que provoca la COVID-19- en el marco de un estudio de fase III que llevan adelante Fundación Huésped junto a Vacunar para probar su eficacia. La investigación incluye 3000 personas voluntarias, mayores de 18 años, que por su historia clínica y examen físico tengan un buen estado de salud y sean elegibles. Comentó que primero le realizaron una entrevista telefónica, luego presencial en la que realizaron extracción de sangre e hisopado para determinar el estado de salud en general. "Esta vacuna se trata de un virus inactivado más otros componentes, como se hacen casi todas las vacunas y el placebo sería los componentes sin el virus. Me puedo haber tocado el virus muerto o los otros componentes. Eso lo voy a saber dentro de poco porque ya me dieron las dos dosis", contó. "Después de la segunda dosis, hay que ir dos veces más para extracción de sangre, a los 15 y a los 30 días. Luego cada cierto tiempo se vuelve a extraer sangre para chequear proporción y calidad de los anticuerpos. Efectos secundarios en general, no tuve. Un poco de dolor en la zona de aplicación y algo de fatiga que ya me anticiparon que sentiría", dijo. Las distintas fases de estudio, en este caso, culminan en agosto de 2021. Cuando se podrán observar los resultados, que son analizados y estudiados en China; país al que se envían todas las muestras.