Aylen tenía ocho años. Estaba junto a sus tres hermanos jugando en su casa ubicada en el barrio Río Paraná de la capital provincial, cerca de la bajada al río, cuando encontró la muerte. Todos los chicos estaban al cuidado de su papá, Saturnino Aguirre, de 48 años. El padrino y primo de la pequeña Aylen, llamado Alejandro G., dijo a diario época que el "responsable de la muerte de la nena es su padre y por ello reclaman justicia". "Él (por González) debía cuidar de sus hijos, mi tía es la que mantiene la casa, la única que sale a trabajar todos los días. Lo único que debe hacer es cuidarlos y no lo hizo, de lo contrario Aylen tendría que estar con nosotros", dijo Alejandro, acongojado por la situación. Aylen y sus hermanos jugaban cuando a pocos metros estaban podando un árbol de coco. Los chicos, todos menores, se encontraban al cuidado de su padre quien estaba al tanto de la poda. En un momento dado, el pesado árbol cayó sobre el cuerpo de la niña. Fueron momentos de desesperación y pedido de auxilio a los gritos. Fue Alejandro el que en motocicleta llegó hasta la comisaría de la zona a pedir ayuda, mientras algunos vecinos aguardaban la llegada de la ambulancia. "El padre se fue después que cayó el árbol. No estaba ahí. Recién lo vimos al otro día, en el velatorio. Llegó con otros familiares con miedo a ser linchado", contó con suma tristeza Alejandro. Trasladaron a la nena hasta el hospital Pediátrico Juan Pablo II, pero nada pudieron hacer los facultativos médicos que la recibieron. Ya estaba sin signos vitales producto del fuerte golpe en el cráneo. "El papá vio que estaban talando el árbol, ¿cómo no se fijó por ellos?", se preguntó el padrino y agregó: "Sé que fue un accidente, pero esto no puede quedar así. Uno sabe que los chicos a esa edad necesitan atención. No saben de peligros". Tras juntar fuerzas, Alejandro junto a otros familiares salieron a pedir justicia. "Quiero que alguien me ayude porque esto no puede quedar así. El único trabajo era cuidar de su hija y no lo hizo", reiteró Alejandro al responsabilizar de la muerte de la pequeña a su padre.