Un hombre murió horas después de que la motocicleta en la cual circulaba colisionó con un carro traccionado por un caballo y cuyos ocupantes decidieron escapar sin asistir a la persona herida. Se trata del tercer siniestro de tránsito registrado este mes en la capital provincial, con carreros involucrados y bajo igual comportamiento frente a la gravedad de los casos: todas esas personas eligieron darse a la fuga. Anteriormente, un hombre perdió la vida y un otro sufrió lesiones de suma gravedad, a causa de incidentes viales ocurridos a plena luz del día en arterias de alto caudal de tránsito. El último episodio fatal tuvo como víctima a Héctor Gómez, de 65 años, quien anteayer, alrededor de las 8:30, manejaba una Zanella 150 en la intersección de las avenidas Garay y JR Vidal, en el sector correspondiente al barrio Juan XXIII, según precisaron a época fuentes policiales. Dos hombres guiaban el carro cargado de arena. Ambos transitaban por Garay en dirección a la avenida Cuarto Centenario, mientras Gómez lo hacía sobre JR Vidal, de Norte a Sur. Tras el impacto, los carreros continuaron la marcha. El motociclista cayó sobre el pavimento, acusando diversas lesiones. En el lugar fue socorrido por transeúntes ocasionales. Luego llegaron policías y personal sanitario. El sexagenario debió ser trasladado de urgencia al Hospital Escuela, en el que falleció horas más tarde. Autoridades de la comisaría seccional Duodécima iniciaron la pesquisa correspondiente y habrían identificado a uno de los dos ocupantes del vehículo de tracción a sangre. Tal sujeto permanecía prófugo al cierre de la presente edición. En el escenario del choque quedó algo de arena esparcida y con posterioridad confirmaron que el carro llevaba ese material desde la ribera del río Paraná hacia un inmueble en construcción. Gómez era un hombre reconocido en el ambiente del básquetbol local e identificado con el Club Alvear, en el que supo ser dirigente. Abandonados El 1 de marzo, en avenida Armenia y Chacabuco, un carro chocó la moto en la cual transitaba Justo González, de 69 años, quien a raíz de diversas lesiones murió el día siguiente. Una semana más tarde, el 8 de marzo, Emanuel Lagraña, cabo primero de la Policía provincial, resultó con heridas de gravedad cuando fue colisionado por un carro en la esquina de avenida JR Vidal e Iberá. Ambos incidentes tuvieron una particularidad: los responsables de los vehículos de tracción a sangre escaparon en un claro acto de abandono de persona. Ahora, sumado al episodio que damnificó a Gómez, los responsables de los tres carros deberán rendir cuentas con la Justicia, una vez que sean localizados. La semana pasada, familiares de Lagraña y González realizaron una movilización en reclamo de justicia. "Señores de la Ley, quiero justicia por mi papi". "Si la justicia existe, tiene que ser para todos. Nadie puede quedar excluido. De lo contrario, ya no sería justicia", expresaron seres cercanos al policía. Diana, hija de Justo, recordó que el día del siniestro fatal su papá fue a realizar trámites y manejaba su moto "con el casco puesto".