De acuerdo a datos aportados por fuentes policiales el cuerpo sin vida del hombre que era testigo clave en la causa por el asesinato de un ganadero apareció el sábado último en horas de la mañana en un camino vecinal de la cuarta sección rural, departamento Curuzú Cuatiá.

 Vecinos alertaron del hecho a la Policía y al acudir al lugar constataron el deceso del hombre de apellido Fleitas (47) y tras realizarse las pericias de rigor trasladaron el cuerpo a la morgue local. Los médicos forenses de la Unidad Regional III realizaron la autopsia e indicaron que el deceso se produjo por causas naturales paro cardiorrespiratorio no traumático.

 Según detalla el portal de noticias El Diario de Curuzú todo esto se inicia tras conocerse que Fleitas en horas de la noche del viernes se fue a tomar a un bar del paraje, cuyo propietario del negocio es un familiar del detenido acusado de ser el autor del asesinato de Güenaga. Para descartar todas las dudas desde la Policía y la Justicia agotaron todas las instancias para determinar el deceso de Fleitas. También se conoció extraoficialmente que parte del cuerpo de Fleitas fue enviado a un cuerpo de médicos forense de Buenos Aires para ser examinado y que aseguren que su organismo no tenga signos de sustancias tóxicas que le costarán la vida.

La causa

 Ramón Atilio Güenaga (80) fue asesinado en la noche del martes 16 de agosto de 2011. El homicidio se produjo en un establecimiento ganadero llamado “Flor de María”, ubicado en la cuarta sección paraje Avalos, distante a unos 70 Kilómetros del casco urbano de aquella ciudad.

 Al día siguiente, alrededor de las 7, un familiar llegó a la vivienda a visitar a la pareja de ancianos. El hombre llamó varias veces a la puerta y nadie contestó. Al comenzar a recorrer la vivienda observó que una de las ventanas estaba violentada. Ante la sospecha de que algo malo ocurría, ingresó y se encontró con la trágica escena. Al entrar a uno de los dormitorios halló al matrimonio tirado en el suelo. Tanto Güenaga como su esposa estaban golpeados.

Isabel Farinón (67) aún estaba con vida por lo que fue traslada de urgencia a un sanatorio local. Presentaba fractura en un pómulo por la paliza que recibió, además de otros golpes en la cara y el cuerpo.

Se presume que el matrimonio fue agredido con un garrote al resistirse a entregar el dinero que había obtenido por la venta de ganado.