Cuatro delincuentes armados asaltaron a un micro y se apoderaron de unos $ 350.000 además de otras pertenencias de los 38 pasajeros. No hubo heridos. El micro salió de Puerto Iguazú y se dirigía a la feria La Salada, en el conurbano bonaerense, en un tour de compras. Dos de los maleantes viajaban entre el pasaje.
El hecho ocurrió el lunes 21, a las 13.30 por la ruta nacional Nº 14 a la altura del kilómetro 774 en la zona del paraje Vichadero, en jurisdicción de la localidad correntina de Colonia Liebig, dijeron fuentes policiales. Poco después se alertó a la policía y dispuso un operativo por rutas y caminos vecinales sin el resultado esperado. También se pidió colaboración a la policía misionera.
Sorpresa
Un micro de la empresa TAF SRL partió de Puerto Iguazú, Misiones, con 38 pasajeros y dos choferes. Tenían como destino la feria de La Salada. La mayoría son comerciantes, algunos de ellos minoristas. Al ingresar el colectivo a la zona de Colonia Liebig, en la provincia de Corrientes, en cercanías con el límite de Misiones, dos hombres que viajaban entre los pasajeros, se levantaron y empuñando armas de fuego tomaron el control del colectivo y obligaron al chofer a detenerse. Subieron a la unidad otros dos maleantes, también armados. Todos fueron maniatados con precintos plásticos.
“Amenazados todo el tiempo con armas de fuego, nos maniataron y nos asaltaron. Luego, huyeron”, comentó Miguel Barrios, uno de los choferes del micro al portal noticiaslaregión.com.ar.
Recordó Barrios que “transitábamos por la ruta nacional Nº 14 y en el tramo del cruce de San José al ingresar a la provincia de Corrientes, en jurisdicción de Colonia Liebig, se levantaron dos pasajeros y desenfundaron armas de fuego advirtiendo a todos los pasajeros que era un asalto”.
Agregó que “para despojar del dinero y de otras pertenencias, como celulares, relojes, anillos entre otros elementos, obligaron al chofer a ingresar a un camino vecinal rodeado de árboles de pino. Se llevaron los documentos de cada uno de los pasajeros”.
Sostuvo que “una vez que todos fuimos maniatados nos obligaron a bajar y a ponernos boca abajo mientras nos saqueaban. Tenían pistolas 9 mm y uno de ellos usaba chaleco antibalas”.
Comentó que “nunca atravesé una situación de estas características. Una experiencia muy fea, muy dramática. Una pesadilla”. Sobre los momentos de tensión que vivieron durante el robo, expresó que “temí por mi vida, porque cuando uno de los delincuentes nos apuntó para que paremos el colectivo, le dijo al otro: al que se resiste matale, pero después se tranquilizaron”.
Todos los pasajeros, coordinador y choferes declararon en la comisaría de Colonia Liebig, a cargo del comisario Benito Ojeda. Por razones de jurisdicción la causa está a cargo del Juzgado de Instrucción de Santo Tomé.