La Justicia de Esquina procesó con prisión preventiva a un hombre que hirió de siete balazos a su amante embarazada, se atrincheró en un hotel y tomó de rehenes a dos parejas y al conserje del alojamiento, informaron ayer fuentes judiciales. Se trata de Alberto Robledo, de 37 años, actualmente detenido en la Unidad Penitenciaria Nº 6 de San Cayetano. }
El encausado quedó seriamente comprometido legalmente ya que el juez de Instrucción y Correccional, Jorge Gustavo Vallejos, lo halló penalmente responsable por los delitos de “Homicidio en grado de tentativa agravado por la situación sentimental con la víctima, María Antonia Ocampo, de 26 años, por el uso de arma de fuego y por mediar violencia de género”.
También el magistrado esquinese lo encontró al acusado como autor de los delitos de “Privación ilegítima de la libertad agravada por ser con violencia y portación de arma de fuego”, del que resultaran víctimas dos parejas de turistas oriundas de Buenos Aires y el ordenanza del hotel “Alemán”, donde Robledo se atrincheró en la mañana del 31 de marzo pasado hasta ser detenido luego de una larga negociación con la Policía que duró alrededor de seis horas.
El juez Vallejos determinó que Robledo continúe detenido ya que por la gravedad de los delitos que se le endilga -todos en concurso real, es decir las penas de cada uno de estos delitos pueden unificarse- hay una expectativa de condena de un mínimo de 10 años y un máximo de 25 años de prisión en un juicio oral y público. Por otra parte, al encausado le dictaron la falta de mérito para el delito de abuso sexual (víctima Ocampo) por la cual también estaba siendo investigado.
Según fuentes judiciales, el magistrado consideró -entre otros elementos- contundente el testimonio del conserje del hotel que presenció el momento en que Robledo le disparó siete veces a su amante luego de que ésta le informara que estaba embarazada. El hecho es que por la cantidad de disparos puso en peligro la vida de la mujer y que por ello, sin dudas, el acusado tuvo intenciones de matar. Además, el arma de fuego utilizada para herir a Ocampo y mantener amenazadas y cautivas a las dos parejas porteñas de turistas, fue secuestrada en poder del imputado cuando la Policía lo detuvo. Luego del ataque, Ocampo estuvo tirada por varias horas en el interior del hotel y en un principio se manejó la posibilidad de que la mujer estaba muerta.
Durante la negociación Robledo había aceptado liberar a los dos matrimonios y que ingresara un médico. Cuando el profesional se dispuso a tomarle el pulso, la mujer sorprendentemente tuvo una primera reacción: se movió y le agarró fuertemente un dedo de la mano al médico. La víctima inmediatamente fue trasladada al hospital “San Roque” de Esquina, cuyo director, Hugo Zambrano, había confirmado que recibió siete disparos: uno en la nuca, cuatro en el cráneo y dos en el tórax. Ocampo fue intervenida quirúrgicamente y los médicos lograron extraerle sólo cuatro proyectiles. La mujer, próximamente dará a luz a una beba y ya tiene decidido el nombre para la pequeña: Milagros.