Con los números justos para la votación y algo más holgados para el quórum con aliados circunstanciales, el kirchnerismo buscará sancionar la reforma de la ley de abastecimiento, fuertemente cuestionada por la oposición y el empresariado, en una sesión maratónica que empezará este mediodía en la Cámara de Diputados y duraría más de 24 horas.

Si lo logra, sería en un trámite exprés: el debate comenzó ayer, en un plenario de comisiones con fuertes cruces. El Frente para la Victoria no aceptó modificaciones y avanzó con la firma del dictamen. El clima del plenario funcionó como anticipo de la confrontación en el recinto. Arrancó con la exposición de los invitados, aunque a las dos horas imprevistamente apareció Axel Kicillof y parte de los invitados quedaron sin hablar (ver “Llegó Kicillof...”). Luego defendieron la iniciativa los secretarios Augusto Costa (Comercio) y Julián Alvarez (Justicia), con réplicas a las críticas opositoras. Hubo quejas por el “apuro” en el tratamiento y por el contenido de la reforma a la ley de abastecimiento, el más controvertido de las tres proyectos del paquete sobre derechos del consumidor enviado por el Poder Ejecutivo. Facultará al Estado a establecer “para cualquier etapa del proceso económico ” márgenes de utilidad, niveles máximos y mínimos de precios, a incautar y vender bienes, y a aplicar sanciones que pueden llegar a la clausura. Las otras iniciativas apuntan a crear un fuero judicial y un Observatorio de Precios.

El kirchnerismo avanzó con el dictamen con la firma de propios y aliados en el final del plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Presupuesto, Comercio, Justicia y Defensa del Consumidor. En el inicio, Patricia Bullrich, titular de Legislación Penal, pidió que se sumara esa comisión por las sanciones contempladas en el proyecto. Diana Conti, presidenta de Asuntos Constitucionales y coordinadora del plenario, lo rechazó con el argumento de que en 1974, al aprobarse la ley vigente, esa comisión no participó. La disputa se dimirió a mano alzada, el kirchnerismo impuso su número y Bullrich reaccionó ante un comentario fuera de micrófono de Carlos Kunkel: se paró para discutir cara a cara y sobrevoló en la sala el cachetazo de Graciela Camaño al kirchnerista. En este caso la macrista regresó a su lugar. Otro momento de tensión se generó cuando el ruralista Luis Etchevere discutió con Conti.

El kirchnerismo confía en abrir la sesión con 134 diputados, cinco más que los necesarios. Y para la votación el número sería menor, porque los tres del Movimiento Popular Neuquino darán quórum pero se abstendrían. “No lo definimos, pero es una puesta en escena de una ley ya vigente. No veo motivos para aprobar o rechazar”, dijo Adrián San Martín (MPN) a Clarín. La piquetera Ramona Pucheta también dará quórum y se encamina a votar a favor, igual que el moyanista Omar Plaini.

“Contar con este instrumento para limitar los abusos es importante”, aseguró Costa. “Si lo que plantean es que no haya ninguna regulación, no hay discusión posible”, les dijo Alvarez a los empresrios. Los opositores coincidieron en que la ley tendrá efectos negativos en la economía.