El equipo del Programa “La Experiencia Cuenta”, que se ejecutó en Corrientes en el ámbito del Ministerio de Desarrollo Social del Gobierno provincial, entregó a los niños del Hogar Tía Amanda las producciones elaboradas durante el desarrollo de la capacitación.
La coordinadora general del Programa “La Experiencia Cuenta”, Miriam Gómez; la coordinadora pedagógica, Rosalía Bordón; y una de las abuelas que se desempeñó como docente durante el Taller, Alicia Espíndola, concurrieron hasta el Hogar Tía Amanda para donar a los niños de ese lugar los trabajos realizados durante la capacitación en el Curso de Tejido, como muñecos y prendas como gorros, bufandas y chalecos.
“Si bien se dictó Taller de Pintura, Reciclado y Tejido, nosotros elegimos el de tejido para llevarle a los chicos, porque queríamos obsequiarles elementos que les fueran útiles”, explicó Miriam Gómez.
La directora del Hogar Tía Amanda, Lucrecia Bazan, junto a los niños y el personal recibieron con gran aceptación la donación y dialogaron con los técnicos del Programa acerca de la posibilidad de que los abuelos pudieran dictar las clases de tejido o reciclado a los chicos de esta institución. Actualmente el Hogar atiende una población de 38 niños.
Con esto se da cumplimiento a todo lo establecido por el programa La Experiencia Cuenta, proveniente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, instrumentando en Corrientes a través del área de Adultos Mayores del Ministerio de Desarrollo Social del Gobierno provincial, por el cual se fijaba que finalizado el dictado del curso se debía realizar una actividad socio-comunitaria, como parte práctica del módulo socio-laboral para demostrar la capacidad que adquirieron los alumnos del Taller.
Cabe recordar que en el marco de este Programa, adultos mayores pertenecientes a los Clubes de Abuelos dictaron talleres en oficios a jóvenes para mejorar su posicionamiento en el mercado laboral, al tiempo que convertían a los abuelos en protagonistas sociales, recuperando sus saberes y habilidades para enseñarlas a los jóvenes.
A través del proceso de enseñanza-aprendizaje se busca profundizar la integración generacional. El Programa resalta el valor de los adultos para poner en manos de otros su experiencia, logrando así vincular a ambas generaciones, aportando a la construcción de una sociedad inclusiva.
Una vez más la brecha inter-generacional se sigue ampliando, esta vez hacia los niños, de los mayores a los jóvenes y que lo que aprendieron los jóvenes lo comparten con los más chicos.