Dada la usurpación de cinco viviendas construidas por el Municipio en el barrio Esperanza y ante la denuncia efectuada por la Comuna, la Justicia dio lugar a la medida cautelar interpuesta y los okupas deben abandonar las unidades habitacionales antes del jueves 28 de julio o se procederá al desalojo con la fuerza policial. Un grupo de cinco familias ingresaron de manera ilegal a las viviendas que se encuentra construyendo el Municipio dentro del plan de urbanización de la zona del barrio.
En comunicación con El Litoral, el asesor jurídico permanente del Municipio, Justo Pío Sierra dijo que “hoy (por ayer) al mediodía se hizo lugar a la medida cautelar interpuesta por el Municipio y las familias que ocuparon de manera ilegal las viviendas tienen plazo hasta el 28 de julio para abandonar los inmuebles, caso contrario se procederá al desalojo policial”.
“En la misma resolución judicial oficia a la Comisaría 14 a convocar al mediador Alejandro Bottini con el objeto de que arbitre los medios necesarios para lograr la desocupación pacífica, dado que actualmente en el lugar residen muchos niños e incluso hay dos mujeres embarazadas”, expresó el letrado municipal.
Por su parte y en dialogo con El Litoral Carolina Juani, una de las okupas manifestó que “hace tres años el Intendente nos pidió que armáramos una lista de las familias que necesitaban casillas, ya que vivían en las casas de sus familiares todos apretados. Y tras un censo que realizó la propia Municipalidad con la asistente social Silvina, se elaboró una lista de 38 familias.
Luego, cuando finalizaron la construcción de las primeras 20 casas de madera, no se respetó la lista y se entregó a cualquiera, lo que ya generó problemas. Nosotros formamos parte del censo que se hizo e incluso una de las mamás se instaló en una precaria casilla atrás de la que le estaban construyendo para ella, según lo informado.
Pero ya paso mucho tiempo y nadie continuaba trabajando en las mismas, los serenos vendían las cosas que eran para completar las viviendas por eso no tienen ni puerta ni ventanas”, explicó.
En relación a las amenazas que reciben, la okupa indicó que “son un grupo de mujeres, comandadas por un hombre, que siempre fue el vocero de la Municipalidad en el barrio, que dicen que van a quemar las casas, con nosotros adentro. De todas ellas tres estaban también censadas, pero pasa que este hombre iba casa por casa y les decía a todos los que quedaron fuera de la primer entrega, que una de estas casas eran para ellas y por eso nos quieren sacar, pero lo mismo nos decía a nosotras”, aseguró Carolina.
En lo que respecta a la posibilidad de un posible desalojo sostuvo que “nosotros no nos vamos a mover de acá, no tenemos adonde ir, tenemos miedo por las criaturas pero por ellos vamos a permanecer en las casas”.
Por último expresó que “muchas cosas suceden en este barrio, todos tienen miedo de hablar, ese día en que llegó la Policía, este mismo hombre colocó a varios carreros para que arrojen piedras a los medios y no puedan ingresar. También intentó golpear a una de las mujeres que ingresó a estas casillas, nosotros sólo pedimos que la gente nos ayude para que podamos darles a nuestros hijos un lugar donde vivir”, concluyó.
Estas viviendas de madera se realizaron con fondos propios de la Municipalidad dentro del marco del plan de urbanización del proyecto Santa Catalina.
Fuente: El Litoral