Según informaron al respecto, “el proceso será largo”, pero es una posibilidad concreta que brinda la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).


Encabezaron el acto de apertura el presidente del Instituto de Cultura de la Provincia, Gabriel Romero; el director de Artes Escénicas, la Música y Artes Audiovisuales, Eduardo Sívori; y la representante del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos (SFMCP) y directora general de Cultura de la Cámara de Senadores de la Nación, Liliana varela, quien se desempeñará como Coordinadora Responsable de la postulación del Chamamé como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en la UNESCO. Este espacio de debate propicia que investigadores, escritores, gestores culturales, ONGs, academias, los chamameceros todos y las autoridades de diferentes niveles gubernamentales, puedan trabajar en los tópicos de la postulación.


“Este camino complejo que empezamos a caminar, solo lo podemos hacer con ustedes: los músicos, los artistas, los técnicos, un equipo de trabajo del Instituto de Cultura que se está esforzando para llevar adelante esto, ente otros actores”, dijo Gabriel Romero al tomar la palabra para dar la bienvenida a los presentes. Si bien aclaró que “es una postulación, no sabemos si vamos a llegar a un buen fin”, aunque aseguró que “vamos a poner todos los recursos disponibles, porque estamos convencidos del valor patrimonial que tiene el chamamé como algo que representa no solo a Corrientes, sino a toda la región”.

El presidente del Instituto de Cultura destacó que “queremos que el chamamé tenga visibilidad y reconocimiento mundial”, lo que implica no solo darle fuerza al Festival sino al género y la cultura correntina. También “nos interesan las políticas públicas a largo plazo que fortalezcan el género, y éste nos parece el camino más adecuado” contó.

Por su parte, la coordinadora responsable, Liliana Varela, valoró la presencia de la comunidad, “que tanto reclama la UNESCO”, ya que uno de los aspectos que más se tienen en cuenta “es el respaldo y la legitimación de la sociedad: que es la que escribe el chamamé, los que cantan, los que emiten los sonidos a través de distintos instrumentos musicales, los bailarines, y son esos espacios de sociabilidad que se dan en torno de la enramada y de otros lugares donde aflora este ritmo”. Advirtió que igualmente “la convocatoria va ir creciendo, porque no solo se trata del chamamecero que produce, sino del que disfruta y del habitante de Corrientes, que se siente orgullo de esa música y quiere probar si la UNESCO piensa como aquellos”.

Explico que el proceso que se sigue para llegar a la postulación “ya es valiosísimo”, porque “genera debate, nos hace pensar, a hacer introspección, analizar el significado de las palabras que se dicen, el código del baile”, a lo que agregó que “la sabiduría de esos códigos están en ustedes y no en nosotros, los cuales nos deben permitir poderlo expresar, traducirlo y volcarlo en un papel”. En este sentido, señaló que lo anterior sirve para dejar establecido un valor reconocible como en este caso, a partir de lo que “nosotros proponemos con respecto al género”.

De esta manera, la UNESCO funciona como “un instrumento de presión internacional”, ante casos de incumplimientos prometidos en políticas de Estado anteriores, y “serán ustedes, los portadores de conocimiento, los que podrán exigir que se cumpla lo pactado”.