Los concentrados expresaron su rechazo a la decisión judicial mostrando pancartas como “Fuera la justicia española” o “Libertad presos políticos”, en una marcha multitudinaria que recorrió las arterias principales de las ciudades catalanas.

Tras el referéndum del 1° de octubre, en Barcelona se respiraba un clima de distensión después de que el Parlamento catalán suspendiera la declaración de independencia e hiciera un llamado al diálogo con el Gobierno de España. Pero la calma se vio alterada de nuevo con la detención de Sánchez y Cuixart, acusados de un delito de sedición por organizar manifestaciones que pudieron entorpecer el operativo policial. De ser declarados culpables, Sánchez y Cuixart se enfrentarían a penas de cárcel de hasta 15 años de prisión.

Las concentraciones de este martes fueron convocadas por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Ómnium Cultural, dos organizaciones civiles presididas por Sánchez y Cuixart, principales impulsoras de las masivas manifestaciones independentistas que se dan cada año en Cataluña. La decisión de la Audiencia Nacional de detener a sus líderes provocó una fuerte indignación entre muchos catalanes que clamaron por la liberación inmediata de ambos activistas.

La manifestación de Barcelona transcurrió sin incidentes y contó con la presencia de varios miembros del Gobierno catalán, como el vicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras, que cuestionó: “Dialogar con alguien que encarcela a gente honrada es muy difícil”. La respuesta ciudadana a las detenciones pone en el punto de mira al Gobierno de España, al que el independentismo catalán acusa de estar detrás de las detenciones de Sánchez y Cuixart.

El jueves el Gobierno de Mariano Rajoy debe decidir si aplica el artículo 155 de la Constitución española y suspende la autonomía catalana. El Presidente catalán Carles Puigdemont debe aclarar antes de ese día si declaró la independencia de Cataluña el pasado 10 de octubre si quiere evitar dicha suspensión.