A más de un mes de que el Concejo Deliberante capitalino apruebe un nuevo aumento del boleto de colectivos urbanos, comenzó finalmente ayer a regir la tarifa actualizada a $9,50. De esta manera, luego de que Nación Servicios, operadora del sistema de la Sube realice los ajustes necesarios en las máquinas, el pasaje cuesta $1,82 más caro y a la espera de un nuevo incremento que será el 10 de mayo.

Ante esta situación, recorrió algunas paradas céntricas y los usuarios mostraron su malestar por la suba, aunque haciendo hincapié en la calidad del servicio más que en el nuevo precio. De esta manera, la mayoría de los pasajeros coincidieron en la necesidad de mejoras en la prestación por parte de las empresas.

Una de las personas que dialogó con este matutino expresó que “vivo en el barrio Fray José de la Quintana y el servicio no es bueno, justamente hoy (por ayer) esperé cuarenta minutos el colectivo para venir al centro”. Además, agregó que “vengo todos los días para traerle a mi hijo a la escuela y estoy pagando cuatro pasajes por día porque no pude tramitar el carnet por las fallas del sistema”.

En el mismo sentido, un hombre que se encontraba en la parada de plaza Vera contó que “soy del 17 de Agosto y vengo todos los días a trabajar, teniendo que salir una hora antes porque tengo media hora de espera y llego justo”. De esta manera, la problemática de la escasa frecuencia vuelve a surgir como uno de los principales reclamos de los pasajeros que utilizan el servicio.

Por su parte, una joven que vive en cercanías del campus universitario de avenida Libertad señaló que “entre semana a veces tenés que esperar media hora y encima el colectivo llega muy lleno”. Asimismo, añadió que “los fines de semana hay muy pocos coches”.

Otra de las zonas donde los reclamos en este sentido son frecuentes es Laguna Brava, y en varios de los barrios que se encuentran a la vera de la Ruta 5. Ese ramal, el 102 C, cuenta con una escasa cantidad de coches circulando para el alto nivel de demanda que existe desde hace tiempo en ese sector, lo que despierta también las críticas de las personas que viven allí en el área Este capitalina.

En tanto, una mujer que vive en la zona Sur de la ciudad comentó a este medio ayer que “tardan mucho los colectivos, a veces me paso hasta 45 minutos en la parada y termino llegando tarde, o tengo que salir mucho tiempo antes”, se quejó, apuntando a los contratiempos que generan las demoras de las unidades.

Garitas

Otro de los reclamos que volvieron a aflorar ayer con la entrada en vigencia del boleto a $9,50 es la escasez de garitas o la precaria estructura de muchos. En este sentido, varios usuarios coincidieron en que “colocaron algunas, pero no alcanza, son pocas y no te cubren del sol o la lluvia”.

En tanto, según indicaron, en la zona conocida como “Mendoza al Sur” aún no se instalaron refugios. “No hay ninguna”, aseveró Mercedes y agregó: “Cuando hace mucho calor o hay mal tiempo nos resguardamos abajo de un árbol o donde podemos”.

Cerca del campus universitario, pasajeros señalaron que hay nuevas estructuras y que son utilizadas, sobre todo, por los alumnos de las diferentes carreras que se estudian allí en el complejo ubicado por avenida Libertad. Más allá de esto, son constantes las quejas por el diseño que tienen que estiman inadecuado.

En este sentido, vale recordar que para aprobar este nuevo aumento en dos tramos, los concejales capitalinos determinaron una serie de requisitos que las empresas que brindan el servicio deberán cumplir. Entre esas obligaciones se encuentra la instalación de 100 nuevas garitas, de las cuales están estudiando un diseño más adecuado a las actuales de hormigón. Además, prevén la incorporación de unidades y la extensión de recorridos a barrios alejados como el Río Paraná y a la zona de Punta Taitalo, cercana al Molina Punta.