Hasta el martes, Pablo Francisco Colaci (44), detenido desde el lunes, era acusado de haber abusado de ocho pacientes -uno de ellos de 15 años- y un alumno universitario que había cursado en una materia dictada por él. Salvo el menor, el resto tiene entre 25 y 38 años.

Sin embargo, la lista de víctimas parece ser más amplia. En las últimas horas tres hombres mayores de edad se presentaron en la DDI platense y en la Fiscalía para denunciar a Colaci. Fuentes del caso explicaron que aún no se les tomó declaración.

"Los relatos de todas las víctimas son absolutamente idénticos. El médico repitió el mismo patrón: les hacía tocamientos y masturbación bajo el pretexto de tener que obtener muestras de semen", contó a Télam una fuente vinculada a la investigación.

El vocero precisó que dos de los denunciantes relataron que Colaci los hizo recostar en la camilla y luego se apoyó sobre ellos de forma tal que con su cuerpo tapó la visión que los hombres tenían sobre sus propios genitales.

"Ambos manifestaron haber podido sentir, no ver, que les estaba practicando sexo oral hasta hacerlos eyacular", apuntó la fuente.

Según informaron fuentes con acceso al expediente, todos los denunciantes contaron que se realizaron consultas con el urólogo por patologías distintas. Además, los investigadores confirmaron que no hay vínculos entre las víctimas.

Aunque no hay estimaciones sobre la cantidad de casos que puedan sumarse a la denuncia, los investigadores no descartan que aparezcan nuevos testimonios y piden que las víctimas se animen a hablar.

"Cuando el caso salió a la luz, muchas personas advirtieron que habían sido víctimas de un abuso y pudieron contarlo a sus familias", explicó un vocero del caso. Y agregó: "La mayoría de ellos están en shock porque no es fácil reconocer una cosa así".

Colaci permanece detenido en la unidad penitenciaria de Melchor Romero, donde no comparte comparte celda con otros presos. "Se mantuvo callado todo el tiempo. No dice una palabra", confiaron a Clarín fuentes penitenciarias. Este miércoles lo visitó una hermana. Allí se habría enterado del impacto que provocó en sus padres el escándalo por las denuncias en su contra.

Aunque el acusado se negó a declarar, su abogado, Juan José Losinno, desestimó las denuncias. "Un urólogo toca las zonas genitales. Uno no puede pretender que te toque la garganta. Es cierto que puede ser una situación incómoda. Cualquiera que haya tenido un examen de este estilo, lo sabe, pero un tocamiento con fines médicos no es un abuso", argumentó.

Este miércoles, el letrado aseguró a Clarín desconocer los nuevos testimonios. "La fiscalía no nos dejo ver el expediente. Hubo una total falta de respeto al derecho de la defensa", aseguró Lossino, quien insiste en recusar a la fiscal Betina Lacki.