En la Argentina más de 3.500 menores perdieron a su mamá en los últimos años por crímenes de género. Muchos de estos chicos y adolescentes debieron da su testimonio ante la Justicia, en algunos casos por haber presenciado la violencia previa que derivó en el crimen; en otros, como testigos directos del ataque homicida.

Esta situación -visibilizada en los últimos años- es sólo uno de los escenarios por los que un menor puede ser citado en una causa judicial. En general esta declaración se realiza en Cámara Gesell: en una habitación se entrevista al menor y en otro ambiente contiguo las partes vinculadas al caso escuchan y observan a través de un vidrio unidireccional.

En los últimos años se fueron dando algunos cambios en el mundo en la forma de tomar estas declaraciones, para evitar que los chicos sean revictimizados por el proceso judicial.

En este contexto, en abril se habilitó en la Ciudad -dentro del Ministerio Público Tutelar (MPT)- una sala para tomar el testimonio de chicos y adolescentes, con un cambio importante: está separada del espacio donde el juez, el fiscal, los abogados y los imputados pueden seguir el testimonio. Además incorporó un equipamiento técnico que permite registrar la declaración en alta calidad para que luego sea utilizada en distintos puntos del proceso.

El objetivo, explicaron desde el MPT, es reducir la exposición de los chicos al proceso judicial y a su vez, optimizar el valor de su testimonio en las causas.

Desde que se puso en funcionamiento en abril hasta octubre, la nueva sala se usó para tomar 259 testimonios.

Este miércoles la Asesora General Tutelar, Yael Bendel, y la Defensora General de la Nación, Stella Maris Martínez firmaron un convenio que permitirá que la nueva sala se utilice también en toda investigación forense de la Justicia nacional que tenga como víctimas o testigos a niñas, niños o adolescentes.

Según fuentes del MPT, la sala se puede utilizar para tomar hasta 6 testimonios por día. En el equipo psicológico trabajan siete profesionales.

¿Cómo funciona? "La sala de entrevistas está ubicada en el piso 12 del Ministerio Público Tutelar y la sala de observación, dos pisos más abajo, en el 10", detallaron desde el MPT. Estos dos pisos de distancia son una diferencia clave respecto de la Cámara Gesell tradicional, en la que las partes del juicio (incluidos los chicos y el victimario) están separados sólo por un vidrio y en el mismo piso.

La sala de entrevistas tiene 20 metros cuadrados y cuenta con un sistema de circuito cerrado de televisión y seguimiento remoto, y tecnología que posibilita registrar la conversación con mayor fidelidad. "Cuenta con cuatro cámaras fijas que impiden que haya puntos ciegos; y con dos cámaras tipo domos que permiten una visualización en 360º de la sala, seguimiento de la situación y zoom de avanzada para acercar la imagen y tomarla con total nitidez", detallaron fuentes del MPT.

Las personas autorizadas a observar la declaración pueden llevárserla en un un soporte técnico, para luego ser usadas en las distintas instancias de la causa.

"Cuando existen hechos de violencia que involucran a niñas y niños es fundamental trabajar en la inmediatez, en que los procesos se acorten y este es un dispositivo que garantiza ello. La entrevista debe ser una herramienta más para comenzar con una etapa de reparación que evite la revictimización", afirmó Bendel.

Qué dice la ley

La Ley Nº 2.451 estipula que la declaración de las personas menores de edad víctimas o testigos de delitos solo serán llevadas a cabo por psicólogo/a especialista en niñas, niños y adolescentes y que la misma se deberá desarrollar en un lugar adecuado conforme la edad y etapa evolutiva, pudiendo ser seguidas desde el exterior del recinto por el resto de los actores del proceso (artículo 43).