l Municipio capitalino ponderó el rendimiento del servicio de transporte urbano de pasajeros “de emergencia” que hizo ayer su debut y se mantendrá hasta el martes. Ese día, la respuesta del empresariado al sindicato de choferes durante la conciliación convocada en horas de la mañana podría desactivar un conflicto que se presenta fuera del alcance estatal y gremial.
Jorge Sladek, secretario de Movilidad Urbana del Municipio capitalino, habló con periodistas de época sobre el desempeño del servicio auxiliar de transporte que desde su área se ejecuta desde las 17 de ayer, como medida paliativa de la ausencia de unidades de transporte urbano de pasajeros determinada por el conflicto entre choferes y una de las empresas prestatarias.
Al respecto, el funcionario señaló que “si bien es un sistema precario en el que seguramente tendremos alguna falencia en frecuencia o cuestiones vinculadas con estas características, hasta ahora fue bastante decente la prestación” reportó, y agregó que “la ciudadanía lo recibió con agrado porque hace dos días están sin transporte público”.
Sin embargo, Sladek aclaró que “lo mejoraremos en función de los reclamos que hagan los vecinos, pero por el momento el material disponible que tenemos es el que ponemos a disposición de la gente en las calles”, sostuvo.
Al explayarse, detalló que el mentado esquema paliativo para el transporte urbano incluye “combis con postas y después los distintos ramales cubiertos por otras empresas, como Turismo Miramar, que cubren la traza normal con problemas por falta de unidades”, explicó.
En igual sentido, Sladek anticipó que “hasta el martes estamos con esta medida de emergencia, porque ese día, representantes de la prestataria ERSA tienen previsto una reunión (con el gremio) en la que se debería resolver esta situación”, estimó y aclaró que no obstante lo anterior “el estado de emergencia es de 90 días por Resolución del DEM (Departamento Ejecutivo Municipal), en el que administramos las falencias por la falta de prestación”.
Entretanto, Sladek informó que “iniciamos diferentes actas por incumplimiento de la empresa, que tienen su marco administrativo” y precisó que “son multas que se ejecutarán en su momento por incumplimiento del servicio”.
“Todo lo que se pudo conseguir hasta el momento, tenemos puesto en la calle. Todos cumplen con los requisitos establecidos por Nación, en materia de cobertura y seguros”, remarcó Sladek.
La empresa aludida intentó sin éxito en la misma jornada de ayer poner en circulación las pocas unidades disponible que logró reunir en el marco del conflicto un grupo de choferes autoconvocados, pero luego de recibir reporte de agresiones a las mismas, volvió sobre sus pasos y dio parte al Ministerio de Seguridad, desde el cual obtuvo una rápida respuesta.
Es que, atento a esto, el ministro Juan José López Desimoni dispuso la presencia de un efectivo por cada unidad de ERSA que circule en las calles hasta tanto se extinga el conflicto, que mantiene en vilo hace tres días a los usuarios del transporte público de pasajeros.
Una medida que regirá entre las 7 y 19 de cada jornada, durante el plazo de la huelga. El de ayer fue un intento fallido más de la prestataria, por encontrar un poco de orden que le permita retomar paulatinamente el servicio en las calles. Intento que se suma al llamado de atención hecho por su gerente general Javier Harfuch, quien en la jornada anterior exhortó a los choferes autoconvocados a “cuidar su estabilidad laboral”.
El mismo flanco eligió para atacar el conflicto que excede su representación y las capacidades de la organización sindical que lidera como secretario general de la Unión Tranviario Automotor (UTA) Corrientes, Rubén Suárez, quien a periodistas de época manifestó que “a nuestro entender, este accionar es una locura”, porque “al ser una medida que no está legalizada, se pierden días de trabajo y se pone en riesgo la estabilidad de la gente. Por suerte no son todos, sino un pequeño grupo. Trataremos de resolver el conflicto, para eso estamos en diálogo con todas las partes. Seguimos reclamando y bregando por eso”, remarcó Suárez, quien explicó que “nuestros pasos están avalados por el Consejo Directivo nacional (de UTA)”. “Todos los acuerdos de paritarias nacionales fueron conseguidos acá en Corrientes gracias a nuestras gestiones. Pero lamentablemente no estamos en una situación fácil, en la que debemos cuidar a los usuarios porque dependemos de ellos”, remarcó.
En un repaso por el origen del levantamiento que protagonizan por estas horas sus colegas choferes autoconvocados, Suárez comentó que “reclamamos una diferencia de aumento anual adeudada del 5,7%” y parte del medio aguinaldo”.
A ello, añadió que “como no lo conseguimos dentro de la conciliación obligatoria, convocamos a una medida de fuerza y paralización de servicios desde las 22 a las 3 de la madrugada, desde el miércoles al lunes y si no había respuestas, el martes (20 de noviembre, en la continuidad de negociaciones con ERSA a partir de las 8:30) convocamos a una jornada de protestas por otras 24 horas”.
Fuente: Epoca