El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sostuvo ayer que los actos vandálicos, como los que ocurren desde hace 11 días en el Noreste, deben ser tipificados como “terrorismo”.
El estado de Ceará viene sufriendo una grave crisis de seguridad con decenas de actos vandálicos, en su mayoría incendiarios, contra vehículos, edificios públicos y establecimientos comerciales.
En la madrugada sabatina, los delincuentes atacaron con explosivos una torre de energía en la zona metropolitana de Fortaleza, la capital estatal y un concesionario de vehículos.
Bolsonaro se pronunció públicamente usando su cuenta de Twitter, en la que tiene tres millones de seguidores. Es su principal herramienta de comunicación, al estilo Donald Trump.
“Al delincuente no le interesa el partido de tal o cual gobernador. Hoy actúa en Ceará, mañana en San Pablo, Río Grande del Sur y Goiás. Sus acciones, como incendiar, explotar bienes públicos o privados, deben ser tipificadas como terrorismo”, publicó el Mandatario.
Al final del mensaje, el Mandatario (que asumió el 1´ de enero último) califica de “loable” un proyecto de ley, que se encuentra en trámite en el Senado, mediante el cual se pretende “disciplinar con más precisión conductas consideradas como actos de terrorismo”.
Esa iniciativa busca que se consideren terroristas actos como “incendiar, depredar, saquear, destruir o explotar medios de transporte o cualquier bien público o privado, con el objeto de forzar a la autoridad pública a practicar acto, abstenerse de practicar o tolerar que se practique, o incluso intimidar a ciertas personas, grupos de personas o la población en general”.
También se refiere a aquellos que interfieran, saboteen o dañen “los sistemas informáticos o bancos de datos, con motivación política o ideológica, con el fin de desorientar, desenredar, dificultar o impedir su funcionamiento”.
La ola de violencia desatada en Ceará, al parecer orquestada por facciones que operan desde el interior de las cárceles, motivó a que Bolsonaro (quien prometió “mano dura” contra la delincuencia) enviara unos 300 agentes de la Fuerza Nacional de Seguridad.
Días después tuvo que aumentar el contingente en 200 agentes ante la repetición de los ataques en distintos puntos. El estado ya padeció al menos 194 actos vandálicos en 43 ciudades y detuvieron a 319 personas.
A cuatro días de asumir el cargo, Bolsonario debió actuar rápidamente para sofocar el conflicto en cuestión. En respuesta, el ahora ministro de Justicia y Seguridad Pública, el exjuez Sergio Moro, ordenó el envió de tropas de la Fuerza Nacional; un que reúne a policías militares de diferentes estados del país.
A partir de entonces comenzaron a llegar los efectivos a la zona caliente, hasta el mentado contingente de 300 agentes que se desplegó ayer en Ceará.
La orden fue firmada ante la multiplicación de “ataques a autobuses, edificios públicos (…) y tentativas de explosión de obras públicas”, relacionados “con acciones de grupos criminales”, dice el comunicado oficial.
Fuente: Epoca