Tratándose de quien se trata, podía suponerse que Rafael Nadal estuviera en las semifinales del Abierto de Australia. Al fin y al cabo, lo había hecho ya en 29 ocasiones en los torneos del Grand Slam, cinco de ellas en Melbourne. Otra cosa era imaginar que, después de cuatro meses fuera de la competición, se plantase entre los cuatro mejores sin ceder un set, con un tenis que remite a sus mejores días.
El número dos del mundo disputará el jueves ante Stefanos Tsitsipas, que derrotó a Roberto Bautista, la primera semifinal del torneo, después de imponerse a Frances Tiafoe en una hora y 47 minutos. Al igual que sucediera con Duckworth, Ebden, De Miñaur y Berdych, Nadal pasó por encima del estadounidense. Poco le importó que llegara con el crédito de haber dejado atrás, entre otros, a Kevin Anderson, quinto favorito, y Grigor Dimitrov, semifinalista del torneo en 2017.