Una misionera española de 77 años fue decapitada en la aldea de Nola, en República Centroafricana. El cuerpo sin vida de la misionera Inés Nives Sancho, fue encontrado"horriblemente mutilado" el lunes en la habitación donde enseñaba costura en esta aldea cercana a la frontera con Camerún, según informó L"Osservatore Romano, el diario oficial del Vaticano. Monseñor Juan José Aguirre, titular de la diócesis de Bangassou desde el año 2000, explicó que "personas indeseables" entraron en la habitación de la misionera, "la sacaron de la cama" y el lunes "la descubrieron casi decapitada". "No se sabe por qué. Este martes ya ha sido enterrada", contó. Según la diócesis de Burgos, la religiosa realizaba su misión en una escuela perteneciente a la congregación francesa de las Hijas de Jesús de Massac, donde atendía a las más jóvenes del pueblo. La religiosa, que también tenía nacionalidad francesa, fue enterrada ayer martes en el lugar donde prestaba servicio, por expreso deseo de la familia. Durante la audiencia general de los miércoles, el papa Francisco condenó el "bárbaro" asesinato de la monja y pidió rezar por ella. "Ha dado la vida por Jesús al servicio de los más pobres. Recemos juntos un Avemaría". La República Centroafricana está desgarrada desde 2013 por una guerra que forzó a casi una cuarta parte de sus 4,5 millones de habitantes a huir de sus hogares. El gobierno de Bangui y 14 grupos armados que controlan una parte del país y se disputan el control de sus recursos firmaron en febrero pasado un acuerdo de paz que tarda en implementarse. Solo en la República Centroafricana murieron asesinados cinco misioneros en 2018. Este año, siete sacerdotes han sido asesinados en África y tres en América.