Los principales referentes del oficialismo daban por hecho que el proyecto del Presupuesto no va a ser tratado, a pesar de las presiones de los mandatarios provinciales, que reclaman que la iniciativa se vota, aunque se tenga que extender la actividad parlamentaria.
"Estamos en una situación en la cual el Gobierno decidió tirar de la cuerda hasta el final, si hay Presupuesto bien, sino considera que los principales perjudicados son los gobernadores, no el Gobierno nacional", dijo.
"Desde ese punto de vista es una manera de confirmar una especie de sentencia política que dice el presidente que tiene él agarrado a los gobernadores de los testículos, por lo tanto si no le votan a favor y le votan en contra les va a hacer contraproducente su provincia porque con los gobernadores con los cuales supuestamente hay una negociación tienen en sus provincias una alta imagen positiva del presidente, por lo que no les queda otra que aceptar lo que el presidente le plantea", agregó.
"Todos sabemos que si no hay ley, el presidente de la Nación, sea quien sea, tiene mucha libertad de acción para manejar las partidas del presupuesto como se le ocurra, con lo cual queda totalmente a discreción, sin ningún tipo de regla. Por eso, el gobierno como se siente muy agrandado en estas últimas semanas en función de como se fueron ordenando algunas variables políticas y económicas me parece que está mas tendiente a decir: "Si no hay acuerdo mala suerte, problema de ellos" ", expresó.