Hasta hace dos días la interna de Los Palmeras iba a provocar una debacle pero esta semana el acordeonista Marcos Camino confirmó que visitó a Cacho Deicas en su casa y logró reconciliarse con su amigo y colega después de un "teléfono descompuesto". "Nos dimos un abrazo largo, sin decir nada. Sólo el sentimiento", le confirmó Camino al sitio El Litoral de Santa Fe. Así quedaron sin validez las declaraciones públicas recientes, incluidas las del hijo de Cacho Deicas, que denunció "desprecios y muchas cosas" que sufrió su padre con Camino y con el mánager de Los Palmeras, Adrián Forni. Para Camino, el encuentro cerró la "grieta" y dejó en paz a Deicas -padre-, que sigue su recuperación en su casa de Santa Fe tras sufrir un ACV. "Está ansioso por volver, pero le pedí que no se apure, que no se estrese. Su rehabilitación lleva tiempo y lo más importante es su bienestar", señaló Camino sobre su encuentro. El malestar dentro de Los Palmeras tras el ACV que sufrió Cacho Deicas llegó a tal punto que el icónico cantante sacó el nombre de la banda de su perfil en redes sociales, para terror de los amantes de la cummbia santafesina en todo el mundo. "La gente opina sin saber. Esto no es una empresa cualquiera, es una sociedad que lleva 50 años y donde somos mitad y mitad. Uno no funciona sin el otro", disparó Marcos Camino en respuesta a las críticas. Para el acordionista, la continuidad de Los Palmeras nunca estuvo en duda, ni siquiera la salida de Deicas. "Nosotros tenemos ensayado cómo acomodarnos si falta alguien. Ya me pasó a mí cuando tuve un accidente y estuve dos meses internado. Hoy me toca a mí sostener al grupo hasta que Cacho pueda volver", explicó. Lo que sí, el músico tuvo que reconocer que el escándalo mediático hizo mella en la relación. "Pedí perdón por si en algo me equivoqué. Salí de ahí con una sensación de alivio, como si me hubiera sacado un elefante de encima", relató. Todavía no hay nada seguro sobre la posible vuelta de Cacho Deicas a los escenarios, pero Camino ya piensa en un show de Los Palmeras sobre el Puente Colgante, en Santa Fe, "con las dos costaneras llenas" de fans.