En exclusiva para La Revista AM, el director del Gabinete de Investigación Antropológica de Corrientes, Humberto Michelli. Resaltó que “la misticidad” encubre a los correntinos y que “la gente lo hace por un sentimiento de credibilidad”.
Cada 6 de enero se renueva el tradicional festejo en el barrio Cambá Cuá (“cueva de negros” en guaraní), de la capital correntina en honor san Baltazar. Según el director del Gabinete de Investigación Antropológica de Corrientes, Humberto Micheli, el culto a San Baltazar a 1830 en Corrientes.
José Hernández, autor del libro Martín Fierro, escribió un opúsculo sobre el rey san Baltazar que después se encontró en el Museo de Bellas Artes. “Cuenta una leyenda urbana que Hernández vivó en Corrientes en la casa donde hoy funciona el Gabinete de Investigación Antropológicas y en épocas de calor subía al altillo. Enfrente está el parque Camba Cuá, que antes eran barrancas y en las zonas mas elevadas había asentamiento de mulatos, entonces tuvo que haber participado de los jolgorio y las danzas que eran propios de la época”, comentó Micheli.
Esta tradición no sólo se despliega en la ciudad capital, también en el interior se venera con fervor al santo negro. “En Chavarría, en residencia de gente mulata, la hermana del brigadier Ferré le había donando 200 hectáreas y 150 cabezas de ganado para mantener la festividad”, contó.
“En la provincia de Corrientes el culto está muy desplegado. Bella Vista, Lavalle, Goya, Esquina, y uno de los mas importantes es en Concepción, donde el culto es extraordinario, se faenan hasta 60 cabezas de ganado y concurren miles de personas”.
Gauchito Gil
“La gente le confiere actos milagrosos y le hacen ofrendas en una concurrencia masiva de público. Todo explotó a mediados de la décadas de los 70 a 8 kilómetros de Mercedes”.
“No hay nada escrito con respecto a Antonio Mamerto Gil Núñez. Aparece en 1870, todos lo que tenemos son relatos orales, entonces muchas de las cuestiones son basadas en las creencias que vienen a nutrir al “santo”. La iglesia hace una celebración a un fiel difunto, pero no lo toma como santo”.
La Pilarcita
“La Pilarcita en Concepción aparece en 1911”. Año a año se van sumando más peregrinos que participan de la fiesta a la niña que murió accidentalmente al caer de un carro al intentar evitar que cayera su muñeca. Por ese motivo la ofrenda principal consiste en llevarle una muñeca hasta su altar.
“La misticidad encubre a los correntinos. La gente lo hace por un sentimiento de credibilidad”, destacó el antropólogo.