Un hombre y una mujer quedaron, durante más de una hora, aprisionados con sus piernas fracturadas entre los metales retorcidos de la cabina de un transporte de carga que se estrelló a la parte trasera de otro vehículo similar. Bomberos y un denodado esfuerzo de rescate.
Los personas, un hombre y una mujer, permanecieron aproximadamente una hora y media aprisionadas de sus piernas fracturadas en la cabina destruida de un camión que ayer chocó desde atrás a un vehículo similar sobre la Ruta Nacional 12, en la localidad de Riachuelo, a unos 20 kilómetros al Sur de la ciudad de Corrientes.
El siniestro de tránsito ocurrió cerca de las 8:40 a la altura del kilómetro 1011, a unos 3 kilómetros de la estación de peaje y la extracción de las víctimas sucedió alrededor de las 10.
Un Volkswagen 19320 blanco, con acoplado, manejado por Anastasio Catalino Penat, de 48 años, se estrelló a la parte trasera de un Mercedez Benz que, a su vez, había aminorado la marcha ante el frenado de un colectivo en medio de un alto caudal de tránsito.
El choque fue tan violento que la cabina del Volkswagen quedó despedazada e incrustada al acoplado del otro transporte de carga.
Penat, domiciliado en la localidad de Saladas, viajaba acompañado de la mujer llamada Cirila Pérez.
Ambos, con las severas lesiones, permanecieron una hora y media entre los restos destrozados del vehículo. El hombre sufrió fracturas expuestas en la pierna derecha mientras Pérez tenía afectada la pierna de igual lado, por encima del tobillo y con desprendimiento de masa muscular.
Los llamados a los sistemas de emergencias motivaron el despliegue de los socorristas. Desde el cuartel central de Bomberos de la Policía partieron efectivos en una autobomba con equipamiento de corte y sistema hidráulico. Además, al auxilio se sumaron bomberos voluntarios de capital.
Al cabo de una hora y media de intensos trabajos los rescatistas liberaron a las víctimas para ser llevadas al Hospital Escuela en sendas ambulancias del servicio público. Allí quedaron internadas bajo estado reservado.
Tanto el camionero como la mujer estaban conscientes. Evidenciaban fuertes muestras de dolor, al borde del desmayo.
El incidente vial y la interrupción por los consecuentes trabajos de socorro motivaron extensas filas de vehículos (muchos ómnibus de larga distancia) a ambos lados de la ruta.
La liberación de la carretera permitió el posterior avance en ambos sentidos.
Dos horas antes y sobre igual ruta, pero en Empedrado, un automóvil protagonizó un despiste con el saldo de un herido. Ese primer incidente causó congestión de tránsito. Por ello, al momento del choque de camiones, la carretera estaba muy “cargada” en la mano sentido a capital.
Debido a una razón de jurisdicción intervinieron autoridades policiales de Riachuelo.