Sin embargo, el actual diputado y ex ministro de Economía dio el batacazo y logró convertirse en el primer candidato opositor del PRO en las próximas elecciones de julio y dejando atrás al kirchnerista Mariano Recalde, a quien le sacó una diferencia de alrededor de cinco puntos.

La tarde empezó tranquila en el búnker, ubicado en Salguero y Honduras, en Palermo. Alrededor de las 17 horas, cuando muchos todavía estaban votando, la escena era bucólica. Los periodistas presentes en el salón superaban en número a los pocos militantes que pululaban por el lugar y la mayoría de los asistentes se concentraban en las pantallas de celulares, tablets y laptops mientras seguían de cerca la cuenta regresiva para el cierre de las urnas.

Minutos después de las 18 horas, los diputados Roy Cortina y Fernando Sánchez subieron al escenario y celebraron que las PASO se habían llevado a cabo "sin ningún inconveniente y con absoluta normalidad".

Sánchez, precandidato a vicejefe de gobierno de Lousteau, se mostró contento con los resultados que hasta ese momento venían de boca de urna y dijo estar "muy satisfecho".

"Hicimos la campaña que queríamos hacer. Muchas encuestas de dudosa procedencia nos daban un número mucho más bajo al obtenido. Los números que tenemos están mucho más arriba de lo que muchos diarios y encuestadoras nos daban", aseguró el diputado nacional.

Sánchez también opinó que "lo mejor que le puede pasar a la ciudad es un ballottage entre el PRO y Lousteau. Creemos que la alianza ECO, con lo que aportaron los tres candidatos, puede obligar a dar una discusión sobre lo que no se hizo en la ciudad y por qué no se hizo".

Tras la falta de resultados oficiales, muchos de los asistentes se acercaban a los televisores instalados en uno de los muros del salón para obtener algún tipo de información. La ansiedad era tal que la mesa de catering, que antes del cierre de las urnas ostentaba platos de medialunas y sándwiches de miga, de repente se vio vacía. No había quedado ni siquiera jugo.

El diputado Sánchez seguía siendo la única personalidad política presente, e intentaba satisfacer a la gran cantidad de periodistas que hacían fila cerca del escenario para preguntar lo mismo una y otra vez.

Pasadas las 21 horas, y cuando todavía se mantenía la incógnita sobre qué partido se quedaría con el segundo lugar en las PASO, el titular de la UCR, Ernesto Sanz, y la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, subieron al escenario del bunker para asegurar que ECO era la segunda fuerza más votada en la Ciudad.

Los asistentes los recibieron con aplausos y gritos, y si bien su paso por el comando de campaña fue breve, sus breves discursos lograron reanimar un público que, frente a la falta de datos oficiales, comenzaba a fastidiarse.

"Lousteau está consolidado como candidato en segundo lugar", vaticinó Lilita tras los aplausos. "Lo veo ganando la Ciudad en el ballottage", agregó, mientras los militantes gritaban desde el fondo del salón.

Carrió también le dedicó unas palabras a su amiga Gabriela Michetti, cuyos números ya sugerían que había obtenido un caudal de votos menor al de Rodríguez Larreta, por lo cual no lograría representar al PRO en las elecciones de julio.

"Sos una mujer política," le dijo Carrió a Michetti, apelando a las cámaras de televisión presentes en el salón para llegar a la ex vicejefa de gobierno. "Has dado una disputa en el principal distrito del país. He perdido muchas veces y cuando uno pierde, es una prueba de Dios para dar más frutos," agregó.

Sanz, más breve, también aprovechó la oportunidad para felicitar al ex ministro de Economía y pegarle al kirchnerismo. "Lousteau ha tenido un piso pero no techo," expresó, mientras agregaba que "el Frente para la Victoria hoy tuvo un techo del que no va a poder pasar".

Una media hora más tarde, cuando Gabriela Michetti desde el búnker del PRO ya había admitido la derrota frente a Rodríguez Larreta, llegó el turno de Martín Lousteau, quien subió al escenario acompañado de Roy Cortina, Fernando Sánchez y los otros precandidatos de ECO, Graciela Ocaña y Andrés Borthagaray.

Los militantes, eufóricos, se amontonaban frente al escenario entre fotógrafos y periodistas. "Ni con Larreta ni con los K, yo voy con ECO a ganar la capital," intentaban cantar, mientras Lousteau pedía silencio en medio de un clima de felicidad.

"A todos los que creyeron, con su voto o no, que es posible discutir respetuosa pero firmemente...que no hace falta irse a ningún extremo... a todos los porteños que creen eso, nuestra felicitación y agradecimiento," dijo en medio de aplausos.

"Sabemos muy bien que esta es una elección en tres etapas, y que la pugna es por evolucionar...convocamos a todos los que compartan nuestras prioridades y principios éticos sin hacer un uso obsceno de los aparatos estatales. Se puede evolucionar y lo vamos a hacer. ¡Esto recién empieza!", concluyó mientras se tomaba de las manos con aquellos que compartían escenario con él y levantaba los brazos.

Faltaron las palabras de Ocaña y Borthagaray, quienes se mantuvieron firmes y con una sonrisa junto a Lousteau a pesar de la derrota.

Pero no importó. El clima de celebración era absoluto, ya que la primera etapa del desafío estaba cumplida. Comienza ahora la segunda parte: llegar al ballottage con Rodríguez Larreta. Algo que el candidato a jefe de gobierno de ECO ya asegura que es su principal objetivo.