Se trata de Martín Alejandro Fumarola, quien quedó a un paso del juicio oral al descubrirse cómo operaba con tarjetas de crédito ajenas para financiar sus viajes sin que nadie pudiera detectarlo, informaron fuentes judiciales.

Fumarola utilizaba tarjetas de crédito de otras personas del país o el extranjero y como las operaciones no superaban los límites de compra establecidos para los plásticos, los pagos eran autorizados.

Por su parte, los titulares de las tarjetas desconocían la maniobra de Fumarola, pero cuando les llegaba el resumen ya era demasiado tarde: el viaje se había realizado.

Una investigación descubrió el sistema que había ideado Fumrola, quien compraba pasajes en horarios nocturnos, durante los fines de semana y a pocas horas de tomar el vuelo. Lo hacía cuando no había personal en ventanilla que pudieran controlar las operaciones.

"El hecho de que los pasajes hayan sido adquiridos en su mayoría durante el fin de semana, y luego de las 19 horas (momento en el cual las oficinas dejan de atender), y que sus vuelos hayan sido tan cercanos al momento de la compra, supone (además de no dejar margen a la aerolínea denunciante) un amplio conocimiento del procedimiento de la empresa y un perfeccionamiento de la maniobra para lograr su fin", señaló la Cámara Federal porteña.

La mayoría de los pasajes comprados por Fumarola a Aerolíneas involucraban a Córdoba, ciudad en la que nació y vivía. Hizo viajes a Bahía Blanca, Salta, Brasil e Italia. El costo total de los pasajes que compró superan los 30.000 pesos.

Señala el sitio Infobae que la Dirección Nacional de Migraciones informó a la justicia que Fumarola registró además viajes a Panamá, Estados Unidos, Sudáfrica, Emiratos Árabes, Chile, Alemania, México, Francia, Uruguay, Bolivia y Perú. También compró pasajes en otras empresas, como LAN, Lufthansa y Air Canada, pero esas operaciones no están siendo investigada en la causa por los viajes por Aerolíneas.

Cuando se enteró de la denuncia en su contra, Fumarola se presentó en las oficinas de Aerolíneas Argentinas, reconoció la deuda y prometió pagarla, pero a cambio pidió que no le quitaran los puntos que había obtenido por los viajes. Además, quería ser retirado de la "lista negra" en que la compañía lo había puesto y que Aerolíneas retirara la acusación en su contra; lo que no ocurrió.